Pregunta para Parlamento de Andalucía
A los trabajadores sociales nos contratan en categorías inferiores y se nos contempla como figura administrativa. ¿Cuándo se va a revalorizar la profesión del trabajador social y se va a priorizar la intervención social?
Hola, me llamo María José, tengo 27 años y soy trabajadora social. Actualmente llevo 1 mes desempleada y en estos tres años que llevo en el mundo laboral he encadenado contratos temporales y precarios.
Últimamente la mayoría de ofertas de empleo que veo en el ámbito social buscan perfiles de integración social para puestos con las mismas funciones que puede desempeñar una trabajadora social. Es decir, nos contratan en categorías inferiores para así aprovecharse y que nuestro salario sea inferior al que realmente nos corresponde. Es cierto que tenemos similitudes, pero creo que es una manera de desvalorizar como profesionales en ambas categorías.
Hace unos días hice una entrevista de trabajo para un puesto de Trabajadora Social. Pero me llevé una sorpresa cuando me explicaron que la contratación sería como administrativa, lo que suponía una gran diferencia salarial, además de tener que abarcar más funciones de las que realmente me corresponderían. Las empresas buscan unos conocimientos y una experiencia que luego no se ve remunerada.
Cada vez veo más como se nos contempla a los trabajadores sociales como una figura administrativa y esto se debe al gran desconocimiento que hay entorno a la profesión. ¿Dónde ha quedado la intervención social en nuestra profesión? No somos meros tramitadores de ayudas económicas. Por eso quiero dirigirme a los miembros del Parlamento de Andalucía. Es fundamental que haya una revalorización de la profesión. Para hacer un informe o tramitar cualquier gestión debemos de trabajar junto a las personas, realizar un diagnóstico de cada caso de manera adecuada, crear vínculos para poder ofrecerles un buen servicio y que así las compañeras de otras disciplinas puedan trabajar adecuadamente con estas personas. Para mí no existe el Trabajo Social sin intervención, relaciones comunitarias, escucha activa y acompañamiento, entre otras muchas.