Mi nombre es María López y tengo 24 años.

Soy profesional sanitario desde que tenía 18 años. Desde entonces llevo trabajando e intentando independizarme sin éxito. He tenido pareja en Almería, pero para encontrar piso de alquiler de larga duración a un precio más o menos asequible y razonable fue misión completamente imposible.

Almería y los pueblos de los alrededores son lugares muy turísticos, lo que hacen los propietarios de los pisos es alquilar la vivienda durante el curso escolar a estudiantes y en verano lo alquilan a turistas a precio de oro y desorbitado. Los pisos que podían ser algo más asequibles son sumamente tan antiguos que parecen de Cuéntame y que Antonio Alcántara va a entrar por la puerta en cualquier momento.

Actualmente me encuentro estudiando otra vez y mi pareja ha pedido el traslado universitario para estar más cerca de mí, ya que yo vivo en Alicante y él en Almería. Le concedieron el traslado a Valencia, pero seguimos, básicamente, con las mismas dificultades para encontrar piso.

Hemos encontrado pisos en los que no se permiten: ni mascotas, ni parejas, ni fumar, ni menores de edad. Solo les falta decir que tampoco está permitido ni toser ni estornudar.  Además son caseros que alquilan un piso de seis habitaciones a 520€ al mes, sin gastos incluidos.

Entonces, básicamente, tú te estás gastando más de la mitad de tu sueldo sin contar transporte y demás gastos que puedas tener, y esta persona está consiguiendo gracias a al alquiler de esta vivienda más de 3.000€ al mes. Durante el curso escolar gana 30.000€ y luego yo trabajando de sol a sol en bares ganando 5€ la hora o en geriátricos por 850€ al mes.

Los jóvenes ya no es que solo tengamos problemas para conseguir un alquiler por sus altos precios, sino que cada vez los arrendamientos son más inaccesibles y los caseros van poniendo más y más trabas para conseguir alquilar una habitación.

¡Así no se puede tener independencia, pareja o autoestima!