Hola, soy Marina González y soy enfermera en Andalucía. Terminé la carrera en época COVID, así que, por el volumen de trabajo en esos momentos, trabajé durante los 3 meses de verano en el hospital de Huelva. Pasado ese periodo y cuando terminó mi contrato, me trasladé a Madrid en invierno en busca de más oportunidades. Durante ese tiempo intenté trabajar en lo público, pero al haber echado a todos los contratados por COVID, no estaban llamando para trabajar, así que después de mucho tiempo buscando, decidí trabajar en lo privado pese a que sus condiciones son peores. 

Este es mi caso, pero, por desgracia, es el de la mayoría de enfermeras, sobre todo, recién graduadas. Salimos de la carrera en verano, por eso todos los contratos son de cara a cubrir las vacaciones de las enfermeras. Nos contratan esos tres meses, luego nos despiden y a lo mejor puedes pasar varios meses en paro, porque tenemos 0 puntos en la bolsa, hasta que te llaman de nuevo para cubrir las vacaciones de Navidad y vuelven a despedirte en enero. En verano y Navidades, ofrecen malas condiciones y, al haber mucha oferta, muchas enfermeras rechazan esos contratos, lo que implica que el resto tengamos que doblar, hacer días extras o incluso aplazamiento de vacaciones. Esto lo que provoca es que, buscando una estabilidad, las enfermeras nos vamos a trabajar a la privada, aunque la carga de trabajo sea mayor y el salario inferior.

Una de las grandes desventajas del sector de la enfermería es la inestabilidad laboral. Los contratos que ofrecen son hasta que tienes ciertos puntos y puedes aspirar a una plaza fija. Estos contratos son siempre temporales, muy cortos y se firman de mes en mes o incluso cada dos semanas. Hace poco se planteó desde el Ministerio de Trabajo una mejora de las condiciones laborales en España evitando los trabajos temporales, pero esto no se aplicó en el sector de la sanidad.

Además, existen los contratos Pool o Reten. En ellos, hasta el día anterior no sabes a qué servicio irás y cada día vas a uno diferente. Puedes ir a oncología, al día siguiente a hemodiálisis, al siguiente a UCI… Esto nos acaba generando mucho estrés. La calidad de trabajo y la seguridad de las enfermeras dependen en gran medida de la creación de la especialización en enfermería. 

Una mejora de nuestras condiciones laborales es fundamental y es trabajo de quien gestiona las cosas: de los políticos y de los gestores de los hospitales. Por ello quiero dirigirme a los miembros del Parlamento de Andalucía. Es fundamental que haya un cambio en el sistema de puntos de la bolsa, porque las enfermeras salimos a cero y así pasamos los dos primeros años. Además, también es importante que haya muchas más plazas de OPE. Se sacan muy pocas teniendo en cuenta la gran cantidad de profesionales que somos. También mejoraría mucho nuestra situación que los contratos temporales fuesen de periodos más largos, no ir firmando mes en mes, si no contratos de 8 meses o un año con los que tengamos la posibilidad de organizarnos.