Pregunta para Parlamento de Andalucía
¿Por qué no se normaliza hablar sobre educación afectivo-sexual en los colegios a través de la figura de las/os enfermeras/os escolares para educar en igualdad y el respeto de géneros?
Me llamo Marina, tengo 23 años y soy enfermera. En mi facultad hubo un grupo de profesores y sanitarios que trataban mucho el tema de la educación afectivo-sexual y decidí involucrarme.
Desde pequeña hubiera agradecido poder hablar sobre el tema de la sexualidad con naturalidad, tanto en casa como en el colegio. Desde que nacemos hasta que morimos una parte de nosotros que siempre está presente es la sexualidad, de diferente manera según la etapa de la vida que estemos viviendo, y parece que está mal hablar de ello.
Lo que me viene a la cabeza cuando pienso en educación sexual es la típica charla que te dan en 4º de la ESO sobre cómo poner un preservativo y sobre enfermedades de transmisión sexual, con suerte de que al profesor que le haya tocado explicarlo sepa hacerlo. Creo que la educación sexual es mucho más que eso.
Tener una buena educación afectivo-sexual depende mucho de las personas educadoras que tenemos a nuestro alrededor (maestras, padres, madres, hermanos…) y debería ser un tema trabajado de manera seria, bajo unos estándares concretos y obligatorios dentro de los programas educativos.
Actualmente se está luchando mucho para que se consolide la enfermería escolar porque su papel no es solo atender las incidencias de salud urgentes en los colegios, si no promover hábitos de vida saludable donde la educación afectivo-sexual tiene cabida.
Todavía parece que hablar de educación sexual es decir barbaridades a niños y niñas, pero la sexualidad también es explicar los diferentes tipos de orientación sexual, autoestima, relaciones sanas… es un tema infinito que se debe de empezar a tratar con toda la naturalidad cuando los niños empiezan a curiosear sobre su cuerpo y a hacerse preguntas sobre por qué tengo pene o vagina.
Creo que si se trataran estos temas en los coles habría niños y niñas más tolerantes y con capacidad de preguntar cuando necesiten saber algo en lugar de recurrir a internet o a sus amigos.
Hay familias que se escandalizan por que sus hijos o hijas reciban talleres de educación sexual con 7 años, pero no se escandalizan cuando un niño o una niña usa una tablet sin supervisión durante horas y las redes sociales son un portal de información inmenso y afectan de manera directa en las educación afectivo-sexual.
Hay casos de groomingdonde por ejemplo, un niño con 5 años que tiene móvil, se descarga el parchís y en el chat entabla conversación con este tipo de personas que quieren conseguir información sobre ellos. Si les enseñamos que eso puede pasar en el momento se lo dirá a sus padres y se evitarán problemas.
También hay estudios que afirman que niños/as de 8 años están empezando a ver porno y cómo van a afrontar esa información si no sabe cómo son las relaciones seguras, igualitarias, respetuosas… Esto les puede llevar a trasladar a la vida real esas impresiones cuando tengan sus primeras parejas y puede repercutir en
Las consecuencias de no enseñar a los niños y niñas a tener relaciones sanas e igualitarias son que muchas dudas se resuelvan con el porno que está al alcance de la mano. Este tipo de contenido, irremediablemente machista, al final puede repercutir en la salud afectivo-sexual de los jóvenes y adultos y, sobre todo, sobre las niñas y mujeres, que al ser cosificadas en el porno, pueden ser vistas como objetos y sufrir violencia de género, baja autoestima...violaciones.
Por ello inició esta campaña de firmas con el objetivo de iniciar diálogo con políticos del Parlamento de Andalucía para que la educación afectivo-sexual no sea una asignatura o programa opcional para adolescentes, si no que a nivel nacional se debería introducir dentro de los programas educativos en todos los niveles. Ahora mismo la educación sexual se trata de puntillas. Hay profesores, de lengua, matemáticas... que tienen que dar asignaturas de género y se pueden ver en un compromiso porque no saben ni tienen formación específica para enseñar la materia.