Me llamo Mario Raúl Martínez y tengo 43 años. Actualmente tengo diagnosticado una distrofia macular de retina que me produce sordoceguera.Hace unos días, me llegó una citación del juzgado por la custodia de mi hija. Me quieren quitar la patria potestad y la custodia y uno de los motivos alegados por la defensa, que mencionan varias veces en el texto judicial, es mi discapacidad visual.

Se alega que el bajo rendimiento de mi hija en el colegio puede ser causa de mi discapacidad visual, ya que esta dificulta el poder ayudarla en algunas de las actividades escolares. Esto es totalmente mentira ya que cuento con un informe de la ONCE donde se constata de manera explícita que mis facultades visuales, a pesar de mi discapacidad, son óptimas para la vida cotidiana y que además de eso uso diversas aplicaciones de reconocimiento de caracteres ópticos para poder ayudar a mi hija con los deberes.

Ser discapacitado nunca ha estado reñido con ser buen padre. La discapacidad no puede ser un argumento para usar en contra ni en este tipo de procesos judiciales ni en muchos otros más. Esto es discriminación, ya que mi discapacidad no afecta a mi papel como padre. Necesitamos más recursos para que cuidar de nuestros hijos en igualdad, sin riesgo a ser discriminados por nuestra enfermedad. Basta ya de tratarnos de manera diferente y de restarnos derechos.