Pregunta para Asamblea Regional de Murcia
La infancia es la base de todo: ¿Por qué no invertir en educar emocionalmente a nuestros niños de hoypara crear una sociedad repleta de adultos dotados de un buen equilibrio emocional?
Mi nombre es Marta Hernández, soy de Murcia y soy madre de Dafne (una bebé de 8 meses). Estoy especializada en todo lo que tiene que ver con el desarrollo del aprendizaje infantil y el desarrollo emocional de los 1000 primeros días (de bebé) y la etapa educacional (de los 2 a los 9 años) y por supuesto, en las consecuencias que tiene en la edad adulta el crecer con un bajo nivel de inteligencia emocional.
Siempre me ha apasionado la infancia y todos los enigmas que se desencadenan en ella. Supongo que aún recuerdas tu infancia ¿verdad? Si pudieras volver a esa época ¿qué le dirías al niño que fuiste? ¿Crees que eso podría ayudarte a relacionarte con el mundo de forma diferente a día de hoy?
Las conductas que presenta el ser humano se rigen bajo la influencia de nuestro cerebro primitivo, gobernado por 7 sistemas emocionales. La forma en la que está estructurado nuestro sistema educativo nunca ha tenido en cuenta la naturaleza de nuestra especie, por tanto, nunca hemos sido educados en el autoconocimiento y entendimiento de nuestras emociones. ¿Qué consecuencias tiene esto a nivel social? ¿Y qué cantidad de gastos se generan por nuestra falta de educación emocional? A nivel social nos encontramos cada vez con más problemas de violencia, maltrato, abuso de poder, corrupción… Todo esto desde personas de cualquier género hacia personas de cualquier género y a cualquier edad. Se pueden observar en cualquier tipo de trabajo o dentro de cualquier tipo de centro o institución (pública o privada). También podemos encontrar adicciones, problemas psicológicos como ansiedad, depresión y cantidades alarmantes de estrés generado por diversas causas. La cantidad de problemas y dificultades en el aprendizaje de los más pequeños en los últimos años también es alarmante.
¿Qué supone todo esto para la economía del país? Una inversión inmensa en ayudas sociales, bajas laborales prolongadas, cobertura sanitaria, campañas publicitarias de concienciación sobre drogas, alcohol… Y sé que hay un largo etcétera detrás, aunque hay muchas que yo desconozco pero que generan gasto público. Sin embargo, esa inversión no soluciona el problema, simplemente pone parches temporales a los conflictos que surgen. El origen real de que las personas tengan determinadas conductas SIEMPRE es emocional. La falta de equilibrio emocional de las personas que componen la sociedad es fruto del desconocimiento e ignorancia respecto a cómo regular sus emociones e incluso de no tener conciencia de qué emociones se están dando en ellos en cada momento. Crecer desarrollando habilidades emocionales que nos ayuden a interpretar la realidad bajo una responsabilidad personal, nos permite reaccionar de una forma más consciente, menos reactiva, menos impulsiva. Porque no hay personas buenas o personas malas si no personas conscientes de sus mecanismos y patrones a nivel inconsciente y personas ignorantes de sus patrones inconscientes funcionando de forma automática en base a lo que sienten en cada momento, sin responsabilizarse de ellos.
Así pues, concluyo dirigiéndome a los políticos de la Asamblea Regional de Murcia, como mis representantes políticos, dirijo mi campaña a ustedes, planteando dos propuestas.
En primer lugar, me gustaría proponer la formación continua y actualizada del personal que trabaja en las instituciones (tanto públicas como privadas), en cualquiera de los sistemas (educativo, sanitario, penal…), en el área del autoconocimiento y el desarrollo personal. Para que aprendan a conocer cómo funcionan y cuál es el origen emocional que marca sus tendencias a la hora de reaccionar con sus compañeros, con sus pacientes o clientes e incluso a nivel personal, con sus familiares, amigos e incluso con ellos mismos. Poniendo énfasis especialmente en los profesionales que están en contacto directo con niños (como profesores, pediatras…) y con sus padres (desde el embarazo). De este modo podrán guiarles y acompañarles emocionalmente en la etapa escolar, dotando a los niños de herramientas que les permitan tener una mayor inteligencia emocional.
Y en segundo lugar, es completamente necesario crear escuelas para padres. Es muy difícil educar en inteligencia emocional si yo (como adulto) carezco de esa inteligencia emocional debido al estilo de educación que he recibido. Por tanto, por mucho que los profesionales que trabajen en la escuela guíen el desarrollo de los niños desde una disciplina positiva, si en casa no reciben el mismo estilo educativo no se puede conseguir mucho, pues mamá y papá son los dos pilares de referencia principales en el desarrollo emocional de los más pequeños.
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