Pregunta para Cortes Valencianas
El aumento de casos de TCA está muy relacionado con la información que los/as adolescentes reciben. ¿Por qué la educación en nutrición no está lo suficientemente presente en el currículum educativo?
Me llamo Marta Oliver, vivo en Vinaròs y soy dietista y nutricionista especializada en nutrición infanto-juvenil. Actualmente, me dedico a la consulta de hábitos saludable.
El tema de la alimentación siempre se ha asociado con la prohibición y la restricción, por eso, los especialistas basamos nuestro trabajo en eliminar esa percepción y generar experiencias positivas con la comida.
Mi interés por la nutrición infanto-juvenil me llevó a estudiar el máster de profesora de secundaria. Gracias a estos estudios, realicé prácticas en un instituto. Fue en ese momento cuando percibí la falta de formación e información sobre nutrición entre los/as adolescentes.
Esa percepción negativa de la que hablaba antes se ha ido trasladando a edades tempranas provocando el desarrollo de enfermedades como los trastornos de la conducta alimentaria (TCA).
Sin lugar a duda, la causa principal de este tipo de enfermedad mental son las Redes Sociales (RRSS). Los/as adolescentes no disponen de herramientas de educación nutricional para saber diferenciar si los mensajes que reciben a través de las redes les puede generar una mala relación con la alimentación y/o una conducta de riesgo.
Aplicaciones como Instagram o Tik Tok, redes por excelencia entre los/as jóvenes, no tienen filtro y las empresas se aprovechan contratando a los/as influencers top del momento, para que vendan un producto que ni siquiera está recomendado en jóvenes.
Los/as adolescentes necesitan estar informados/as para tomar decisiones correctas en cuanto a su salud. Al igual que es importante enseñarles matemáticas o filosofía, los/as jóvenes necesitan educación social de la mano de profesionales especializados en ese ámbito.
Y es que, del mismo modo que se mejoraría todo lo relacionado con los TCA gracias a una educación nutricional; se mejoraría el tema de los abusos sexuales si se fomentase la educación sexual; o la salud mental con la implementación de una educación emocional. La base radica en cambiar las políticas sociales desde los cimientos.
Por ello, como profesional y ciudadana, me dirijo a los/as miembros/as de las Cortes Valencianas para que tenga en cuenta esta problemática y tomen medidas al respecto.