Me llamo Miguel, vivo en Oviedo y he trabajado desde niño para que mi discapacidad afectase lo menos posible a mi autonomía como ciudadano. Sin embargo, ahora con 19 años, soy más consciente de las numerosas trabas con las se encuentran las personas que necesitan de una silla de ruedas para poder desplazarse, porque la sociedad, no ayuda en su accesibilidad por desconocimiento.  

Por este motivo lanzo esta petición, para que ningún usuario con discapacidad tenga que vivir la experiencia tan desagradable que sufrí en la línea autobús urbano de Oviedo. Mi silla de ruedas eléctrica no podía colocarse en el lugar habilitado para ello por falta de espacio, y el conductor, en vez de ayudarme y ratificar que no podía por la estrechez del hueco, solo me recriminó que estaba incumpliendo la norma de muy malas formas. 

Yo soy consciente del incumplimiento, pero no porque yo quisiera, sino porque las condiciones que se ofrecen en estos espacios para que el viaje se realice de forma segura y óptima, no están bien adaptados. Fundamentalmente porque fallan en cuatro aspectos imprescindibles:

• El espacio habilitado en los autobuses es estrecho.
• Si vamos a contramarcha no podemos ver el panel indicativo de las siguientes paradas.
• La lectura que hace el sistema, de las direcciones, no es siempre el correcto, y su sonido es tan bajo que no se oye con el ruido del propio vehículo o el de los pasajeros.
• A parte, las rampas de acceso presentan desperfectos que impiden un correcto acceso de las sillas de ruedas.

Finalmente, en mi caso, fueron los propios pasajeros del bus los que intentaron ayudar a colocarme, pero como ya les decía, era imposible por espacio y acabe viajando de otra forma igualmente incorrecta con el disgusto en el cuerpo por el mal momento pasado. 

Si la norma no está bien elaborada ¿por qué tengo que vivir una situación tan injusta? Yo sé que el conductor tenía que cumplir con la normativa, pero veía la realidad, no podía colocarme en un hueco tan estrecho y los malos modos fueron totalmente innecesarios. 

Esta situación también ha sido denunciada por los canales oficiales, pero necesita conocerse para que puedan llegar a cambiarse las cosas y que ninguna persona más se sienta discriminada por su discapacidad, porque nosotros no somos ciudadanos de segunda, somos uno más y queremos sentirnos como tal.