Pregunta para Parlamento de Catalunya
Mi nombre es Mónica, y con 11 meses fui diagnosticada de Leucemia. Toda ayuda es poca para la supervivencia de esta enfermedad, ¿cuándo se va a destinar más dinero a su investigación?
Mi nombre es Mónica López, tengo 24 años y soy de Barcelona. A los 11 meses me diagnosticaron Leucemia Linfoblástica Aguda, por lo que, al experimentar esta situación siendo tan pequeña, relato mi historia desde la experiencia de mis padres.
Nací el 9 de septiembre de 1996 y 11 meses después empezó mi lucha. Comencé en julio del 1997 con fiebre y, al principio, los médicos pensaron que sería un resfriado, pero fui empeorando hasta que el 26 de agosto me diagnosticaron leucemia. Por aquel entonces, los médicos explicaron a mis padres que fui el primer caso en España en tener leucemia con solo 11 meses.
Tenía que empezar el tratamiento con urgencia; me colocaron el port-a-cath y estuve ingresada aproximadamente 6 meses con el tratamiento de quimioterapia.
Me debilitó mucho y, al llevar todavía pañales, me salieron muchas heridas en el culete por estar baja de defensas. Debido a esto, me apareció una ulcera en la ingle de uno 3/5 cm que llegó a preocupar tanto o más que la propia enfermedad. Al estar baja de defensas no podía entrar en quirófano por lo que, los médicos de Sant Joan de Deu y las enfermeras de la novena planta de aquel entonces, consiguieron realizar una especie de crema especial para mi herida con la que pudieron curar la úlcera.
Durante este tiempo también aparecieron complicaciones con el Port-a-cath como obstrucciones o roturas y tuvieron que cambiarlo unas tres veces.
Debido a que la mayor parte de mi familia vive fuera de Cataluña, mis padres encontraron en los médicos y enfermeros/as de Sant Joan de Deu una segunda familia durante aquella etapa tan dura.
Estuve recibiendo quimio durante dos años, pasé mis primeros cumpleaños en el hospital, pero con muchos regalos y amor. Aunque a los tres años todavía estaba recibiendo tratamiento en pastillas, pude empezar a ir al colegio. El tratamiento en pastillas me producía acné en la cara y me hizo crecer con una pequeña malformación en el corazón, pero a pesar de eso, a los cinco años empezar a vivir sin leucemia y ningún tratamiento más.
Empecé a recibir revisiones cada 3 meses, luego cada 6 y finalmente una revisión al año, hasta que con 18 años me dieron el alta definitivamente. La malformación en el corazón mejoró, ahora sigo un control cada dos años, pero nada me ha impedido realizar una vida completamente normal, sin limitaciones, recaídas ni problemas por la quimio.
A día de hoy me he licenciado en Diseño Gráfico, trabajo y hago vida normal. Dejé atrás la enfermedad hace años, una experiencia que, por suerte, apenas recuerdo. Mis padres recuerdan el dolor y la angustia de aquella etapa y agradecen cada día la labor de todo el personal de Sant Joan de Deu.
También quisiera agradecer la labor que la Fundación Josep Carreras desempeña para con los afectados, tanto con los pacientes como con familiares y allegados; su ayuda es indispensable y muy necesaria.
Toda ayuda en la lucha contra esta enfermedad es crucial, por ello es imprescindible que se aumente la inversión en su investigación y diagnóstico para que, como me ocurrió a mí, cualquier enfermo de Leucemia pueda llegar a tener una vida normal.