Pregunta para Cortes Valencianas
Soy Mónica y tengo espina bífida e hidrocefalia, ¿cuándo escucharemos a los políticos hablar de medidas reales para visibilizar la discapacidad y cambiar mentalidades en la sociedad?
Me llamo Mónica Portero y tengo espina bífida e hidrocefalia. Soy de Xàbia y estudio cuarto de Filología catalana en la Universidad de Alicante. He sido (y soy) muy feliz con lo que tengo, con lo que he hecho y con la persona en la que me he convertido y no me lo digo tan a menudo como debería, preocupada siempre más por lo que pueda pensar de mí la gente que por lo que yo misma sienta y piense.
Porque sí, es cierto que en algunos momentos de mi vida necesito y necesitaré ayuda; pero la pido (aunque a veces me cueste mucho porque me encanta demostrar que soy una persona independiente). Pero también es cierto que, a cada año que pasa, me siento más libre, más valiente, más segura de mí misma. Revisando todas mis fotografías he visto todo lo que he sido capaz de hacer: viajar sola, vivir sola, estudiar, ... ¿Habrá gente a la que le parezcan chorradas? Por supuesto. Quizá lo sean. Pero nadie sabe lo que yo he luchado por conseguir dar esos pequeños pasos aún teniendo el mundo en contra solo por el hecho de tener una discapacidad.
Y es de esas cosas que uno lucha para conseguir y consigue, de las que más orgullosa me siento. Porque sí, me siento muy orgullosa de mi yo de 22 años pero también me siento orgullosa de mi yo de 18 por la que nadie daba un duro y de mi yo bebé, luchando por conseguir salir adelante en un mundo quizá no hecho a su altura y aquí sigo, peleando por mi futuro (tanto personal como profesional).
Mi día a día es completamente normal, voy a la Universidad en un transporte público adaptado y el campus está preparado para que yo me pueda mover sin dificultad con silla de ruedas. Sin embargo, aún hoy me sigo encontrando con mucho desconocimiento e ignorancia por parte de una parte de la sociedad. Hay gente que me mira o me para y me pregunta qué me ha pasado.
Yo he hecho mi vida siempre igual pero echo en falta más campañas de concienciación y visibilidad para que dejemos de ser vistos como distintos. Abrir las mentalidades de la sociedad a través de iniciativas así es igual de importante de dotar de recursos y fondos para que los espacios públicos estén adaptados para todos y cada uno de los ciudadanos.
Me he encontrado con algunas barreras arquitectónicas en mi día a día: locales y tiendas que no quieren adaptarse a pesar de ser una obligación legal de la Ley de Accesibilidad Universal. Escalones, rampas empinadas, algunos transportes que no te avisan de que no están adaptados y pierdes el dinero de un billete… Queda todavía mucho por hacer para conseguir una sociedad totalmente inclusiva.
He intentado solventar estas dificultades pidiendo ayuda a los que me rodean y me he sentido acogida pero, ante todo, me gustaría que las personas con algún tipo de discapacidad dejemos de ser vistos como diferentes o raros. Sólo lo conseguiremos cambiando mentalidades.
Ahora que la educación especial está en el centro del debate político, me gustaría pedir a la sociedad, a los medios, a la clase política que nos escuchen. Somos muchos los que como yo queremos seguir teniendo la oportunidad de tener una vida normal en igualdad de derechos. No sirve de nada tener sólo una educación especial si en la calle nos encontramos con barreras arquitectónicas o actitudes y comportamientos que nos excluyen o nos ponen más difícil nuestro día a día.
Me gustaría escuchar a nuestros representantes hablar más a menudo de políticas integrales para conseguir nuestra igualdad desde todos los ámbitos de la vida. Por una sociedad inclusiva en la que quepamos todos. Por eso os pido un minuto de vuestro tiempo para firmar y difundir esta campaña. Que se escuche nuestra voz.