Hemos coordinado acciones con el Ministerio de Salud, cartera que lleva este tema, que permitan entregar una atención especializada a las mujeres en el ámbito de la salud mental.
Efectivamente los problemas de salud mental en Chile se han incrementado debido a la crisis sanitaria que nos impacta a nivel Global. De hecho, una encuesta publicada recientemente por Ipsos, da cuenta de que nuestro país es el segundo que más ha empeorado su salud mental.
Como ministerio hemos puesto especial atención en esto, ya que nuestros estudios señalan que las mujeres hemos tenido un mayor impacto en cuanto a nuestra salud mental. Eso se relaciona directamente con que somos las mujeres las que estamos, en muchos casos, teletrabajando, coeducando y también realizando las labores domésticas, lo que ha implicado una sobrecarga de responsabilidades.
Hemos coordinado acciones con el Ministerio de Salud, cartera que lleva este tema, que permitan entregar una atención especializada a las mujeres en el ámbito de la salud mental. En este sentido se desarrolló la plataforma saludablemente, a través de la cual se puede acceder a consultas telefónicas y agendar también consultas telemáticas a través del hospital digital. Así más allá del confinamiento es posible que quienes lo requieran puedan recibir atención.
En el caso de mujeres que viven o han vivido violencia de género, les entregamos apoyo psicosocial a través de nuestros 111 centros de la mujer.
Partekatu
Somos Mujeres y Bipolaridad, una agrupación independiente sin fines de lucro, que busca ayudar a mujeres con trastorno bipolar y salud mental en general.
Esta agrupación nace desde la necesidad de ayudar a otras mujeres, compartiendo una gran cantidad de información y una red de apoyo con otras mujeres que pasan por situaciones similares, de las cuales la mayoría no cuenta con el apoyo necesario de su círculo cercano y tampoco con los recursos económicos, considerando el alto valor que significa llevar a cabo un buen tratamiento con un psicólogo, un psiquiatra y los fármacos.
Por otra parte, el prejuicio y discriminación en contra de las personas que viven con algún trastorno mental, está presente en todo ámbito, especialmente en lo social y laboral.
Entonces nos preguntamos: ¿Qué importancia le da Chile a la salud mental? ¿Existe una cultura consciente que comprenda la salud mental? ¿Chile empatiza con personas con “discapacidad mental” como le llaman algunos organismos? ¿Cuáles son los planes de educación y prevención? ¿Cuáles son los caminos que ofrece nuestro país para poder realizar el tratamiento que corresponde? ¿Cómo insertan laboralmente a estas personas? ¿Existe algún tipo de flexibilidad?
Otra dificultad que queremos plantear, es lo difícil que es llegar a un diagnóstico. Muchos profesionales del área de la salud se han equivocado, alargando el proceso y aplicando tratamientos inadecuados.
¿Chile cuenta con profesionales especializados y capacitados para tratar asertivamente problemas relacionados a la salud mental en nuestra población? Entendamos que, a diferencia de otras áreas de la salud, acá hay un porcentaje de personas con ideas suicidas, mujeres que quieren quitarse la vida y muchas llegan a requerir internación en clínicas psiquiátricas durante ciertos periodos de tiempo.
Desde que comenzamos como agrupación, nos han compartido cientos de historias y testimonios que nos unen, es un espacio donde nos nutrimos entre todas aprendiendo una de la otra.
Con el tiempo creamos una comunidad sorora a través de las redes sociales, que actualmente cuenta con psicólogas, talleres de psicoeducación y grupos de apoyo y contención.
A raíz de todas las experiencias que hemos conocido, nos damos cuenta de la urgencia de priorizar y visibilizar la importancia de la salud mental en las mujeres de nuestro país.
¿Y por qué nos enfocamos principalmente en mujeres? Porque sabemos la diferencia entre lo que vive un hombre y lo que vive una mujer en nuestra sociedad. Conocemos desde distintas realidades cuáles son los factores en común y gatillantes que, en la mayoría de los casos, son puentes para desencadenar un trastorno mental.
En este sentido, nos encontramos con el rol femenino impuesto, estereotipos de género y violencia simbólica en el marketing y en todos los medios de comunicación, además de la educación sexista, abusos sexuales en la infancia, maltratos de pareja, violaciones, femicidios, maternidades no deseadas, familias monoparentales, la crianza de los hijos(as), funciones del hogar, desigualdades, brechas laborales y salariales, entre otras.
La salud mental en Chile necesita urgente implementar una perspectiva de género que contemple todo lo mencionado anteriormente. Aprovechamos mediante este medio, expresar nuestro malestar al ver tanto sufrimiento en las mujeres por fallas estructurales de nuestro sistema y que siguen repitiéndose día a día en nuestro país.
Es por esto que nos dirigimos a la ministra de la Mujer, para que se comprometa con nosotras dándole prioridad a la salud mental e indicándonos cuáles son los programas que contempla para garantizarle a todas las mujeres de Chile, los apoyos necesarios en el sistema de salud y una educación emocional oportuna.
Para lograrlo necesitamos el apoyo de todas y todos ustedes, ya que, si conseguimos 50 apoyos, esta pregunta llegará a la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Mónica Zalaquett, quien nos tendrá que dar una respuesta en esta misma web.
Batu zaitez Osoigora