Pregunta para Congreso de los diputados
El negocio de las consultorías está montado para que vivamos por y para trabajar. ¿Cuándo se van a regular las aplicaciones de registro horario de las consultorías y va a acabar la explotación laboral?
Hola, me llamo Nacho, tengo 41 años, fui programador senior y consultor en Deloitte. Llevo 15 años trabajando en diferentes consultorías, un negocio montado para que vivamos por y para trabajar.
El mercado del desarrollo informático está desbordado. La cantidad de profesionales que hay no es suficiente para cubrir las necesidades reales de las consultoras. Y esto no es un problema que solo ocurra en España, si no que hablamos de una carencia a nivel mundial. Por cuestión de oferta y demanda las condiciones laborales del empleo han mejorado. Pero, por otro lado, ha aumentado considerablemente la explotación. Trabajamos de manera intensiva, haciendo más horas de las que debemos porque no hay suficiente personal, siendo los perfiles juniors los más afectados.
A lo largo de estos años he visto como, consultoras como Deloitte, cuando tienen que sacar adelante un proyecto y no encuentran suficientes perfiles adecuados, hacen trabajar con una categoría por encima a sus trabajadores. Y como medio de presión para llegar a los objetivos utilizan los procesos evaluativos. Es muy común que una vez al año o, como en el caso de esta consultora, dos veces al año, se evalúe al candidato de una manera completamente opaca y nada transparente. En muchas ocasiones esa valoración acaba siendo determinada por una cuestión de afinidad o favores.
Hacemos horas extra prácticamente todos los días, pero no se nos compensa como marca el convenio. Desde la empresa devuelven la hora trabajada como otra hora, cuando el convenio marca a 1,75 cuando esta se devuelve, los perfiles júnior, con la excusa del aprendizaje, no se compensan sus sobreesfuerzos. Además, las aplicaciones de registro horario no muestran la realidad. Nosotros marcamos ahí las horas que tenemos programadas y va fichando automáticamente, pero las horas que realmente estamos haciendo no cuadran con el registro de los clientes, tanto en lo referente al trabajo presencial como al remoto.
La explotación laboral que sufrimos los profesionales que trabajamos tanto en grandes como en pequeñas consultoras provoca que nos tengamos que ir moviendo de un lado a otro en busca de una mejoría. La tasa de rotación de perfiles altos es de más del 50%. Hay un enorme problema para retener el talento y es muy común que las consultoras se roben trabajadores unas a otras. A esto hay que sumarle la fuga de profesionales que se marchan a países como Alemania o Inglaterra en los que se valora al trabajador como un activo, siendo contratados en origen y, en muchos casos, trabajando en remoto. Además, en estos países la formación se imparte en los ratos libres dentro de la jornada laboral. En España, las consultoras nos piden certificados que debemos sacarnos en nuestro tiempo libre fuera del horario de trabajo, otra herramienta de presión de cara a las evaluaciones, puesto que los perfiles certificados son más caros de cara a clientes.
La cantidad de personas que sufrimos de estrés dentro del negocio de la consultoría cada vez es mayor. Por eso quiero dirigirme a los miembros del Congreso de los Diputados. Entre otras cosas, es fundamental que el sistema de conteo de horas en el teletrabajo se regule de alguna manera, al igual en el trabajo presencial. Faltan elementos para difundir esta situación y es fundamental que las instituciones nos brinden su apoyo para mejorar las condiciones más allá de las presiones que las empresas ejercen sobre nosotros y conozcan de primera mano, la realidad de un sector que crece notablemente, año tras año.