Pregunta para Parlamento de Catalunya
Si se SALVAN VIDAS por medio de la donación de médula… ¿Por qué no se informa adecuadamente sobre el proceso?
Hola,
Soy Naddia, tengo 34 años y soy donante de médula ósea. ¿Conocéis la sensación de agrado que se siente cuando te brindan la oportunidad de salvar la vida de otra persona? Si la respuesta es no, os invito a experimentarlo.
Yo fui donante hace dos años. Pasaron unos tres años desde que me inscribí en el registro de donantes hasta que me llamaron. Pero entonces llegó el día: era compatible con una niñ@. Me hicieron las pruebas correspondientes, me explicaron todo y procedimos a la donación por aféresis. El simple hecho de hacer aquella donación, sabiendo que podía estar salvando la vida de aquella personita, ya fue increíble. Pero también es cierto que hay otros ciudadanos donantes que no se encuentran en mi misma situación. Yo no había sido consciente de la importancia de hacerse donante hasta que nos topamos con la enfermedad de mi pareja. Él es paciente trasplantado de médula, y desde hace 19 años luchamos juntos. Yo sé lo duro que es estar esperando a un donante compatible que no llega.
Nosotros esperamos unos 6 meses hasta que encontramos un donante compatible para Alfonso, ya que su único hermano no lo era. Y mientras, intentamos llevar a cabo una labor divulgadora con nuestros familiares y allegados, intentando concienciarles de lo crucial que puede llegar a ser hacerse donante. Entonces nos dimos cuenta del gran desconocimiento y falta de información que existe al respecto.
A Alfonso le detectaron un Linfoma no Hodgkin, fue sometido primero a un autotrasplante y a los 6 años de ello tuvo una fuerte recaída que le obligó a someterse a unas quimioterapias dolorosas hasta poder conseguir un donante y poder realizar un trasplante de médula. Han pasado casi 8 años, y en su caso con muchas recaídas e ingresos hospitalarios. El trasplante fue rechazado repetidamente y, a consecuencia de ello, desarrolló otro tipo de enfermedades crónicas que han convertido el hospital en nuestra segunda residencia.
Nosotros hemos caminado y convivido con la enfermedad durante años, hemos dicho adiós a nuestros respectivos trabajos y proyectos, a consecuencia de la enfermedad. Y, por eso, desde nuestra vivencia personal, nos gustaría hacer un llamamiento a la ciudadanía para que se haga donante. La donación es indolora, para nada perjudicial y, brindamos una segunda oportunidad de vivir a posibles pacientes. Pero también nos gustaría dirigirnos a nuestros representantes políticos en el Parlament de Catalunya, ya que residimos en Barcelona, para que lleven a cabo campañas de información y divulgación acerca de la donación de médula ósea. ¿Cuándo se concienciará acerca de la importancia de aumentar el batallón de donantes?