Pregunta para Parlamento de Galicia
Necesitamos que la educación nutricional se implemente en los colegios e institutos como una materia prioritaria para crear buenos hábitos alimenticios a los más pequeños.
Mi nombre es Natalia, soy nutricionista y creo que la educación nutricional es esencial para crear unos buenos hábitos en la alimentación de los más pequeños. Los niños y niñas deben de tener las herramientas y conocimientos básicos para saber comer bien. En esta etapa es fundamental ya que se están sentando las bases de cómo van a comer cuando crezcan. ¿Por qué se sigue sin impartir en colegios e institutos?
Fomentar la educación nutricional es una forma de conseguir que las personas tengan herramientas e información que puedan transmitir a los más pequeños para aprender a comer correctamente y romper con el mundo de las dietas y las restricciones.
El principal problema es que no hay nutricionistas públicos en ningún sitio, si quieres ir a uno te lo tienes que pagar de tu bolsillo. Una persona adulta puede venir a consulta, pero un niño con el que deberíamos empezar a fomentar esa educación nutricional no puede acceder a ello. Por eso creo que es necesario que desde los centros educativos trabajen para encargarse de esto.
Podrían hacerse cursos para el profesorado en los que se formen para dar una información correcta y necesaria. Además de talleres y charlas en las que acudan nutricionistas para explicar a los niños como deben alimentarse, más allá de enseñarles la pirámide alimenticia.
A veces vemos que cuando damos una charla a los niños y niñas, las enseñanzas también influyen en la forma de alimentarse de toda la familia. A través de los hijos es fácil cambiar la alimentación de los padres. La educación nutricional es una herramienta muy buena para transmitir no solo de padres a hijos sino también de hijos a padres.
Como sociedad todavía seguimos cometiendo fallos graves a la hora de elegir la bases de la alimentación de los más pequeños. Por ejemplo, nunca le daríamos un café a un niño, pero sí les dejamos tomar coca-cola. Al final esto pasa por desconocimiento, si tenemos la información y las herramientas correctas es muy difícil que este tipo de productos entren en nuestras casas.
La educación nutricional no pasa por restringir, por no comer o por decirle a la gente qué es lo que tiene que comer, sino que trata de enseñar a ser conscientes de la elección que estamos tomando al comprar un producto u otro. Si compramos un producto porque pone que es fuente de calcio, pero no sabemos cuánto calcio tiene o que hay otros productos que pueden aportarnos más calcio y menos azúcar no estamos eligiendo con conocimiento.
Normalmente criticamos e idealizamos ciertas conductas alimentarias por la desinformación que existe. Por ejemplo, las dietas veganas o vegetarianas son la opción cada día de más familias. Sin embargo, siguen siendo criticadas por una amplia mayoría. Como nutricionista puedo decir que esta es una opción tan válida como cualquier otra y que ser vegetariano o no serlo no significa que comas mejor o peor. La clave está en tener unos buenos hábitos con la comida y tener una correcta información para saber gestionar nuestras dietas y las de los niños y niñas de nuestro entorno.
El tipo de dieta que tengamos y los problemas derivados de las mismas siguen siendo foco de conflicto en los patios de colegio. Hay casos de niños y niñas que han sufrido acoso escolar por no comer carne, por ser más flacos o tener un peso mayor. Estos problemas podrían paliarse en gran medida si todos ellos tuvieran una correcta educación nutricional que les enseñara a comer conscientemente.
Por todo esto quiero dirigirme al Parlamento de Galicia para reivindicar la importancia de la educación nutricional y pedir que se implemente dentro de los centros educativos como una materia prioritaria.