Pregunta para Asamblea de Madrid
Padezco fibromialgia desde hace más de 25 años. Llevar una vida normal es imposible debido a las dolencias que tengo ¿Cuándo nos van a dar a las mujeres que padecemos este síndrome el apoyo y las ayudas que necesitamos?
Me llamo Natalia, tengo 38 años y tengo fibromialgia (condición crónica y compleja que causa dolores generalizados y un agotamiento profundo, y también una variedad de otros síntomas acompañantes). La padezco desde los once años, es la edad a la que empecé a tener muchos dolores, pero como era una niña muy inquieta, achacábamos estas dolencias a mi actividad física. A pesar de ello, me le detectaron hace poco tiempo; me decían que era por mi peso, estaba en 121 kilos y me hice un bypass gástrico, he perdido 56 kilos y estoy igual o peor. El informe donde por fin aparece ese diagnóstico ha sido este mismo año.
Los dolores muchas veces son insostenibles, hasta el punto de llorar a causa de ellos, las articulaciones rígidas me impiden levantarme muchas mañanas, la medicación apenas me hace efecto, no puedo ni trabajar ni hacer las tareas de la casa, hasta necesito ayuda para actividades como vestirme o asearme.
Desde que me la diagnosticaron, mi vida ha cambiado por completo; tengo tres hijos y tenía dos trabajos, siempre he sido súper activa, ahora apenas puedo moverme, me siento inútil y he tenido episodios depresivos. Mi carácter tampoco es el mismo, tengo grandes cambios de humor, lloro con frecuencia y me enfado por nada. Lo peor de todo es que, a pesar de todo esto, no recibo ningún tipo de ayuda.
Respecto al tratamiento, lo estoy realizando por la seguridad social, pero me estoy planteando cambiar a la sanidad privada, ya que me siento abandonada por parte de la sanidad pública. Respecto a la atención psicológica más de lo mismo o peor, me dan citas cada cinco meses.
Las mujeres que padecemos fibromialgia necesitamos empatía, que se le dé visibilidad a este síndrome que realmente te incapacita, llevar una vida normal se nos hace imposible. La fibromialgia se lleva a cuestas todos los días, pero la situación empeora cuando te dan brotes; necesitamos ayuda, tanto para las dolencias físicas como para las secuelas mentales que un síndrome como este acarrea.