Me llamo Natalia y vivo en Ferrol, Galicia. Hace cinco meses, después de que fallecieran mis padres, empecé a experimentar una caída libre en relación con el sustento económico familiar. Tengo una discapacidad física del 65% reconocida y hasta el momento mencionado, me dedicaba a cuidar de mis padres; no trabajaba. 

Cuando murieron, recibí parte de su herencia, pero evidentemente, para seguir con un día a día normalizado, ahora mismo necesito trabajar y tener unos ingresos fijos al mes. Durante la búsqueda de trabajo, que se está demorando debido a mi condición física, he solicitado todas las ayudas públicas existentes en el territorio: he acudido a Trabajos Sociales, he solicitado el RISGA, también los bonos sociales de emergencia de alimentos, el IMV, y nada ha servido para desatascar la situación. No se me ha concedido/pagado ninguna de las prestaciones. Son procesos que a nivel burocrático se demoran tanto, que llevamos cinco meses recibiendo, solamente, 50€ al mes para alimentos, provenientes de una fundación privada y el bono social de la luz. No tenemos nada.

Nos encontramos en una situación de una vulnerabilidad muy grave. Tengo dos hijos que mantener y considero que, a nivel administrativo, se debería de revisar de manera urgente la demora en relación con las ayudas económicas, así como los filtros que se establecen para optar a su acceso. No podemos estar cinco meses sin recibir ingresos, necesitamos un mínimo, necesitamos que las ayudas que se ofertan sean reales. Es por eso que me dirijo a los políticos del Parlamento de Galicia, ¡necesitamos ayuda, es urgente!