Renovación, sí. Especulación, no.
Buenos días Alfredo. Nos oponemos a las formas en las que se ha aprobado la Ley de Renovación y Modernización Turística. Un tema así no se puede aprobar deprisa y corriendo en el último Consejo de Gobierno. Queremos transparencia y más en un tema tan crucial como este. Sabemos que la renovación de la planta alojativa es necesaria y, además, fuente generadora de empleo. No nos oponemos a ello. Al contrario, queremos que se haga con las mejores de las garantías para las empresas y sus empleados.
La norma no limita las nuevas construcciones aunque sí exige el cumplimiento de parámetros de calidad en el servicio, en la construcción y de ecoeficiencia. ¿Pero cuáles son esos parámetros? Pues no los sabemos porque dependerán del reglamento que se desarrolle. En cualquier caso, mientras tanto, la ley estará viva y han dejado a la arbitrariedad la determinación de esos criterios. Creemos que esto se podría haber hecho de otra forma y no dejar la puerta abierta a que se produzca una nueva “ola de cemento" y especulación urbanística.
Nosotros apostamos por un modelo turístico sostenible que respete nuestro medio ambiente y eso pasa, sin duda, por una renovación de la planta pero también, por no consumir más suelo. Queremos que los beneficios que deja el turismo sean también para nuestras empresas y trabajadores.
Partekatu
Mi nombre es Alfredo. Como profesional del sector y como arquitecto, como técnico especializado en urbanismo, como asesor experto en hostelería y restauración y conocedor de la ley, y también por conocer el antes y el después de la citada ley, y sobre todo, como un canario más, me intriga saber, en qué se basan, bajo qué informes, qué técnicos cualificados avalan dicha postura y porqué se afirma que es hacer especulación, y se mezcla con una moratoria, que no se explica si ha sido beneficiosa o perjudicial. También por qué se comenta que se ha realizado de espaldas a la ciudadanía. Es de todos conocidos, a ciencia cierta, y sin ningún tipo de especulación, que la actual planta de alojamiento se encuentra denostada, con una grave obsolescencia, y por supuesto, con destinos competidores emergentes y otros en recuperación no muy lejanos. Vivimos del turismo, y no entiendo porqué la total oposición a una ley, que si bien se puede mejorar, es necesaria, pese a quien le pese. Esperamos a qué para tomar decisiones al respecto con lo preexistente? No sería mayor especulación la obra nueva, o el incremento de camas en nuevos suelos? Podemos, estaba en mi elección de voto, pero con estas radicales afirmaciones, me deja en ascuas. Si me dan una respuesta coherente y argumentada lo agradecería ya que me despejarían las dudas que pudiera tener.
Batu zaitez Osoigora