Pregunta para Parlamento de Andalucía
Gracias al diagnóstico precoz no tuve que recibir ni quimioterapia ni radioterapia para superar mi cáncer. ¿Cuándo se van a destinar más recursos a la investigación de esta enfermedad y a su detección temprana en mujeres jóvenes?
Me llamo Nuria, tengo 36 años y he superado un cáncer de mama.
Debido a que tengo familiares que han pasado por procesos oncológicos, en 2018 me sometí, junto a mis hermanas, a la prueba genética, dando yo positivo en el gen BRCA2.
A partir de este momento me empezaron a hacer revisiones cada seis meses y, el año pasado, en una de ellas observaron que tenía microcalcificaciones en el pecho izquierdo. Para determinar de qué se trataba me realizaron varias pruebas, entre ellas una biopsia, y finalmente escuché eso que no quería: tenía un cáncer de mama.
Teniendo en cuenta mis antecedentes, mi edad y la mutación del BRCA2, me recomendaron realizarme una mastectomía bilateral y una histerectomía radical. Fue un choque para mí, pero tenía claro que era lo mejor para prevenir otro cáncer y, como se suele decir, curarme en salud. Accedí, pero antes de extirparme los ovarios y las trompas congelé óvulos, ya que deseo ser madre en un futuro. A esta última me sometí hace dos meses.
Por último, hace una semana me hicieron la reconstrucción de pecho por lo privado, ya que en la Seguridad Social la lista de espera era de un año y con las expansiones no tenía calidad de vida.
Me siento muy afortunada por haber tenido la posibilidad de someterme a revisiones cada seis meses, ya que gracias a esto me detectaron el tumor de manera temprana y no he tenido que recibir ningún tratamiento agresivo, algo que sé que me ha ahorrado mucho dolor y sufrimiento. En cambio, soy consciente de que esto no es lo normal, ya que en la Seguridad Social no se hacen las pruebas necesarias para el diagnóstico precoz del cáncer de mama hasta los 50 años.
Por ello, con esta iniciativa pido al Parlamento de Andalucía que destine más recursos a la investigación de esta enfermedad, a la realización de las pruebas necesarias para su diagnóstico precoz, también en mujeres jóvenes; y al apoyo psicológico de las pacientes, algo muy necesario para quienes padecen esta enfermedad que por desgracia está a la orden del día.