Me llamo Lucía, resido en Asturias y soy mamá de Diego, un niño de 9 años con Asperger. Cuando me quedé embarazada por tercera vez, supuse que sería como mi primer embarazo, tranquilo, rápido… no fue así en absoluto. A partir del segundo mes de embarazo, ya tuve que permanecer largo tiempo en reposo y sin poder disfrutar de mi hija; Diego empezó a ponernos a prueba, cuando a sexto mes y pico ya quería nacer; finalmente, nació por cesárea con alguna dificultad para ello.

Todo parecía ir aparentemente bien, hasta los 3 meses que ingresó en el Huca con una fiebre altísima que no sabían de donde venía; estuvo casi un mes ingresado, le hicieron pruebas y nos dieron los informes. En ese momento, empezó nuestra batalla contra el mundo del “Albinismo ocular, Nistagmus y Asperger”.

Respecto al tema escolar, todo fue un caos. Aquí presumen de una educación esencial gratuita, integración, inclusión… todo palabrería; cuando te toca escolarizar a los niños, tal y como fue mi caso, nos comentaron que Diego tendría PT, AL y Auxiliar educador. Cierto es que mi hijo, para la edad que tiene, posee bastante autonomía, es muy echado para adelante, pero esta independencia también se debe a que, desde que tenía un añito, iba a la once y, a los 6 meses, a atención temprana. Esto no significa que no requiera una auxiliar o persona referente en el colegio para ayudarlo en todo lo que pueda necesitar. Esta figura es quien le tiende la mano cuando se bloquea, le ayuda a relajarse, que sabe lo que le sucede en cada momento… entre otras cosas; no podemos permitir que en los centros educativos prescindan de algo tan relevante para los niños con estas carencias. Es fundamental que cambien la ley para que no haya un auxiliar por cada diez niños. En el colegio al que Diego acude, había dos, y como eran siete niños, quitaron a una de ellas; lo que no tienen en cuenta, es que cada uno de estos siete niños, tiene diferentes diagnósticos y edades, hay que valorar las necesidades de cada niño de forma individual, cada diagnóstico, y la situación personal en casa.

Necesitamos visibilidad, y apoyo en los colegios para los niños con capacidades diferentes, porque no son menos capaces, simplemente requieren un tratamiento distinto parea poder desarrollar sus capacidades.  Además, no pueden tener una sola figura de auxiliar, se requieres varias; así, y solo de esta forma, podemos hablar de integración para todos en las aulas.