Pregunta para Parlamento de Andalucía
Me llamo Odile, una médico de familia que ha superado un cáncer de ovario metastásico ¿Para cuándo hacer los menús que se ofrece a los enfermos en los hospitales más saludables y evitar así que perjudiquen su salud?
Me llamo Odile, tengo 42 años y soy de Granada. Hace 10 años se me diagnosticó un cáncer de ovario metastásico que actualmente he superado. Debido a los obstáculos con los que me he topado como paciente de cáncer, he pasado de ser una médico de familia a dedicarme a divulgar información sobre como el estilo de vida puede ayudar a prevenir y a tratar esta enfermedad.
Voy a empezar por el principio. Cuando a mí se me detectó el cáncer lo único que se me ofreció fue una quimio paliativa. Según mis compañeros de profesión, no había nada más que se pudiera hacer. “No entres en depresión y acude a tratamiento”, fueran las palabras de mi oncólogo.
No me rendí, soy médico e iba a quemar hasta el último cartucho. Consulté todos los artículos que puede encontrar a cerca de la relación entre cáncer y ciertos hábitos saludables. Me indigné: hay muchos hábitos que podemos tomar para hacer más efectivo el tratamiento de quimioterapia y reducir los efectos secundarios y nadie nos informa sobre el tema.
En ese momento me decepcioné como paciente y como médico. En primer lugar, en calidad de paciente se me había negado el derecho a involucrarme en mi tratamiento y optimizar así los resultados. Asimismo, durante mis estudios y mi experiencia como médico de familia nadie me había abierto la puerta a tan necesaria información. Me costaba creer el silencio en cuestiones tan simples y efectivas como la nutrición o el ejercicio que sigue persistiendo entre la población y la comunidad sanitaria.
Además de mi tratamiento de quimioterapia, empecé a aplicar todos los consejos y hábitos saludables que pude recabar. El resultado fue positivo. Contra todo pronóstico me curé, e incluso después del cáncer de ovario he sido madre. Fue entonces cuando tome la decisión: colgué la bata blanca y orienté mi carrera profesional a divulgar información sobre como la nutrición, el deporte, el cuidado de la mente y la cosmética pueden ayudar a prevenir el cáncer o a optimizar su tratamiento.
En este sentido, la nutrición es uno de los factores más importante a la hora de prevenir el cáncer, al igual que muchas otras enfermedades. Una alimentación adecuada a este fin es aquella que está constituida en un 80% de productos de origen vegetal y un 20% de proteínas de origen animal, priorizando huevos, pescado, lácteos, carne blancas y, en menor medida, carne roja. Asimismo, es conveniente reducir el consumo de sal y eliminar el azúcar y los aceites vegetales refinados. Por último, se recomienda consumir alimentos de proximidad, de temporada y ecológicos.
A simple vista no es una labor muy compleja, por ese motivo me indigna que los hospitales andaluces no apliquen estas pautas en los menús de los enfermos. Me dirijo al Parlamento Andaluz para preguntarle cuándo van a ofrecer menús saludables a los enfermos en los hospitales, ya que los que se ofrecen actualmente pueden llegar a perjudicar a su salud.
Como médica y ciudadana de Granada me dirijo a mis representantes políticos para advertirles del impacto de la nutrición en los enfermos de cáncer. En los hospitales de nuestra comunidad la alimentación que reciben los pacientes está siendo contraproducente y eso es algo que no podemos tolerar. Además las máquinas expendedoras de comida que se encuentran en las salas de espera de los hospitales también ofrecen en su mayoría alimentos ultraprocesados poco saludables.
Sería idílico que se implementaran campañas de concienciación sobre estos aspectos a la población y, especialmente, a la comunidad médica y a los pacientes, acabando con el paternalismo en la atención sanitaria. Yo tuve que investigar por cuenta propia, pero la mayoría de pacientes no es consciente del papel activo que puede tomar en sus tratamientos. Pero pido empezar por el principio: cambien los menús, conviértanlos en parte del tratamiento y ayuden a salvar miles de vidas.
Agradezco mucho si apoyáis esta pregunta y difundís la iniciativa por todas vuestras redes. Cada gesto cuenta. Muchas gracias a todos.