En ONG Marq’ay estamos trabajando desde inicios del 2018 para favorecer los procesos de inclusión social de personas en situación de movilidad humana, promoviendo también la sensibilización en la comunidad chilena frente a los procesos migratorios; esto, pues  les consideramos actores clave para conseguir los propósitos de inclusión e interculturalidad. A contar del año 2017 se ha podido apreciar un aumento en la cantidad de personas extranjeras llegadas a Chile, principalmente desde Venezuela y Haití, crecimiento que se ha mantenido de forma sistemática hasta la actualidad y que se ha agudizado debido al contexto de crisis humanitarias en la región latinoamericana y al impacto de la pandemia por COVID-19.  

Constituirnos formalmente nació del interés por vincularnos con la temática desde la sociedad civil, pero también como una manera de responder a las evidentes necesidades existentes, producto de la ausencia de políticas sociales integrales y la baja cantidad de instituciones enfocadas directamente a la protección de personas en situación de vulnerabilidad como consecuencia de la movilidad humana. Así, decidimos organizarnos para entablar procesos de acogida, apoyo y orientación a personas migrantes y, de la misma forma, romper con la desinformación y los mitos que rodean a estos colectivos. Creemos que es importante concientizar para que progresivamente nos vayamos convirtiendo en un país de acogida y no solamente de destino. 

En ese sentido, hemos implementado diferentes acciones para sensibilizar a quienes conforman instituciones, territorios y espacios comunitarios que han experimentado de cerca las implicancias de la llegada y asentamiento de personas de distintas nacionalidades. Ha sido complejo. Primero, por la falta de recursos económicos estables para financiar las actividades, pues nuestra organización es completamente autogestionada; pero, por sobre todo, debido a la fuerte discriminación que existe en Chile en torno a la temática migrante. La criminalización hacia quienes migran es enorme y creciente; se ha acentuado un trato marcado por la noción de que se constituyen en una amenaza, estimándose beneficiosa cualquier medida que los mantenga alejados. Es difícil generar cambios en un entorno cargado de discursos de rechazo y odio, que son tan masivos y que se expresan abiertamente por personas con gran poder y alcance. 

Si bien se ha promulgado una nueva ley para regular la migración en Chile, con la consecuente creación del Servicio Nacional de Migraciones, la forma en que resguardará el bienestar integral de las personas en situación de movilidad humana residentes en nuestro país no está del todo esclarecida. Es positiva la actualización a la normativa vigente, sin embargo, aún no hay una respuesta a las medidas que se tomarán para proteger los derechos de las personas migrantes, aludiendo con esto no sólo a la cobertura de los derechos sociales básicos sino a la perspectiva universal que implica mirar la calidad de vida desde una óptica multidimensional. Eso aún se mantiene como una nebulosa. 

Por lo mismo, uno de los llamados que hacemos es a humanizar la mirada respecto a la migración. Es urgente poner el foco en la persona que hay detrás de quien migra, ya que sólo así vamos a ir generando empatía y una mayor comprensión respecto de estos procesos y de la diversidad de vivencias que se experimenta en ellos. Si continuamos invisibilizando a las personas en situación de movilidad humana tras cifras, gráficos o en función de los estigmas que les rodean, será difícil que se genere una actitud inclusiva y una sana convivencia intercultural. Hoy ya compartimos cotidianamente con extranjeros y extranjeras y es algo que seguirá ocurriendo. Por lo mismo, es importante que nos enfoquemos en abrazar la migración internacional y en considerarla como una contribución al enriquecimiento de todos y todas, teniendo como base la certeza de que, en el marco político y legislativo, se estará velando adecuadamente por el bienestar de quienes llegan buscando un bien vivir. 

Necesitamos el apoyo de todas y todos ustedes, para que esta petición llegue a las y los parlamentarios de la Cámara de Diputadas y Diputados, quienes nos tendrán que dar una respuesta en esta misma web. Ayúdanos haciendo clic en el botón “apoyar” y difundiendo.