Pregunta para Congreso de los diputados
¿Por qué no se incluye la educación menstrual en los colegios y no se habla de la menstruación en el entorno laboral?
Soy Paloma Alma, creadora de Escuela CYCLO en 2016. Desde que de pequeña tuve mi primera menstruación había tenido problemas ginecológicos, picores, dolor menstrual, todos estos problemas que pensamos que son ‘normales’, parece que muchas mujeres los padecen y lo asumimos como algo corriente.
Llegó un momento, casi 10 años después de mi primera menstruación, en el que decidí que no quería asumir estas molestias como algo normal, y me pregunté: ¿Cómo podía ser que una mujer joven y sana padeciese tantas cosas cada vez que le venía la menstruación? De ahí nació CYCLO.
Un par de años antes descubrí la copa menstrual y me cambió la vida. Me hizo darme cuenta de que lo que me pasaba era que tenía alergia a los tampones y que había otra manera de vivir el ciclo mucho más sana. Una forma de vivir mi ciclo más respetuosa, entendiendo también el impacto medioambiental que tenía mi menstruación. La copa me ayudó a reconciliarme con mi ciclo menstrual y a partir de ese momento me convertí en activista menstrual.
Después de un periplo por el extranjero, al regresar me di cuenta de que muchas amigas seguían sin conocer la copa, las compresas de tela, saber que se podía gestionar el dolor menstrual sin medicamentos, sin conocer su ciclo, etcétera. Así que decidí comenzar a impartir talleres de educación menstrual gratuitos a amigas y amigas de mis amigas.
En esos talleres me empezaron a pedir los productos de los que hablaba y como no había ninguna marca con la que yo me sintiese identificada, creé mi propia marca de productos para la menstruación: CYCLO. Son productos ecológicos, libres de tóxicos, socialmente responsables y hechos en España.
Está fue la semilla que creó CYCLO en 2016 y ahora en 2021 hemos evolucionado a un movimiento social en el que el principal foco es ayudar a las mujeres a que se reconcilien con su ciclo menstrual, no solo a través de productos, también con educación menstrual, con nuestra escuela online (escuelacyclo.com) y también poniendo en contacto a usuarias con profesionales de la salud más alineados con nuestra forma de ver el ciclo.
Todavía queda muchísimo trabajo por hacer. Es algo que afecta a todas las esferas de nuestra vida, no es algo que se quede en el baño. En el mes de mayo, el mes en el que se crea consciencia sobre la educación menstrual, nosotras decidimos llamarlo: ‘La menstruación fuera del baño’. Es algo que afecta a nuestra vida personal, a nuestra vida laboral, es una parte de nuestro bienestar y rendimiento. Tiene muchísimas posibilidades y debemos aprender a sacarle partido.
Por todo esto pido a los políticos del Congreso de los Diputados que se comprometan a incluir la educación menstrual en los colegios y que se informe a los profesionales de la salud sobre las alternativas que existen. Además, nos gustaría reivindicar que se baje el IVA menstrual y que tenga mínimo el 4% como los productos accesibles. También queremos que se hable de la menstruación en el entorno laboral, queremos que los políticos ayuden a las empresas a tomar políticas para que sus empleadas puedan vivir su menstruación de una manera sostenible con medidas como la baja menstrual, o permitiendo el trabajo en remoto y la flexibilidad horaria.
Las empresas podrían facilitar más ayudas a las mujeres instalando en los servicios lavabos dentro para ofrecerles opciones más saludables. Se trata de habilitar espacios en el entrono de trabajo para que las personas que menstrúan, lleven su menstruación de una manera más llevadera.
Deben facilitar a las trabajadoras que puedan llevar su agenda de trabajo con más libertad para que lo gestionen de acuerdo a las fases de su ciclo. Si poco a poco vamos introduciendo políticas que den un espacio para que en el entorno laboral se hable del ciclo menstrual, es el primer paso para que la manera de trabajar sea más sostenible para las personas que menstruamos.
Este año, con el teletrabajo, hemos notado en nuestra comunidad, que hay muchas mujeres que padecen dolores menstruales o que simplemente les ha facilitado mucho la vida el hecho de poder teletrabajar durante su ciclo menstrual. Han podido vivir su ciclo menstrual de una manera mucho más sana, la realidad es que es posible, no es algo tan lejano. La flexibilidad horaria permitiría a las empleadas ser más felices, estar más alineadas con su salud, sus necesidades y estar más cómodas con su trabajo. Estas facilidades nos aportarían muchos beneficios a nivel laboral.