Pregunta para Parlamento de Catalunya
¿Cuándo se van a diseñar planes de atención y actuación reales para las personas con Altas Capacidades? ¡Merecemos una atención educativa y un acompañamiento emocional de calidad!
Mi nombre es Paloma Merino y soy genetista y docente especializada en Altas Capacidades. Las Altas Capacidades, su abordaje y aceptación siguen siendo una asignatura pendiente en todas las comunidades autónomas. En España, se estima que hay aproximadamente un 10 por ciento de la población con Altas Capacidades. A nivel autonómico en Cataluña, esta cifra desciende en torno a un 0,25 por ciento del alumnado. Esto hace que, del 10 por ciento estimado, sólo exista un 0,25 reconocido oficialmente, generando una diferencia del 9,75 sobre el 10 por ciento estimado. Es decir, de todo el alumnado que sí tiene Altas Capacidades en Catalunya, un 97,5 por ciento nunca se detecta y, por tanto, probablemente nunca se le atiende de manera adecuada.
En la actualidad, son muy pocas las personas con Altas Capacidades que tienen acceso a una educación especializada en función de sus necesidades y aún menos aquellas que reciben un seguimiento emocional y acompañamiento psicológico específico. Esto se debe a distintos factores. Primero, a que no se forma lo suficiente a los docentes para educar teniendo en cuenta las necesidades de las personas con Altas Capacidades, lo mismo ocurre con psicólogos o personal médico. Esto acarrea grandes problemas dado que, junto con las familias, estas figuras son los principales detectores de las Altas Capacidades en los infantes y aquellos que pueden facilitar una identificación temprana.
Segundo, existe una grandísima mitificación y estigmatización alrededor de las Altas Capacidades. Las personas con Altas Capacidades sufrimos a lo largo de nuestra vida muchos prejuicios, la mayoría de ellos basados en el orgullo y el desconocimiento. Una persona con Altas Capacidades no es necesariamente alguien a quien le encante estudiar, que sea reservada, “rarita”, “empollona” … No. El perfil es sobre todo el de una persona que a nivel cognitivo y emocional es muy compleja, pudiendo derivar en diversas tendencias que si no se intervienen de manera temprana pueden desarrollarse como trastornos conductuales, identitarios, somatizaciones físicas o complicaciones a lo largo de su vida.
Las Altas Capacidades no son un trastorno ni una enfermedad, pero si la persona no recibe una educación emocional, social y cognitiva adecuada, puede llegar a desarrollar diversas conductas nocivas o patológicas. Esta, es una de las razones por las que se recomienda el acompañamiento académico y emocional desde edades tempranas, para prevenir y evitar desajustes socioemocionales, fracaso escolar, ansiedad, consumo de drogas y un largo etcétera de riesgos de la no-atención.
Además, la mitificación del concepto hace que las propias personas con Altas Capacidades puedan tener conflictos de identidad o autoestima por no encajar en lo que se supone que es una persona “superdotada”. Esto, junto con el desconocimiento y rechazo del entorno y la escasa ayuda y atención por parte de los servicios educativos y sanitarios, hace que las familias se sientan maltratadas y perdidas, llegando, incluso, a esconder esta característica de sus hijos, ya que, además, las Altas Capacidades se siguen viendo como algo positivo que no necesita ayuda ni atención específica, se siguen viendo como una ventaja o una suerte por parte de otras familias o de algunos docentes, contribuyendo aún más a la no-atención de estos infantes y a la frustración de las familias.
La sociedad necesita entender qué son las Altas Capacidades para no estigmatizarlas y las personas con Altas Capacidades también necesitan conocerse a sí mismas para poder autorregularse y desarrollarse en la sociedad de la manera más natural y saludable posible, sin renunciar a su curiosidad, sin renegar de su naturaleza y sin ser víctimas de ella.
Por ello, desde las instituciones, es necesario que se invierta, que se conozca y se visibilice esta realidad. No se puede seguir dejando a este colectivo abandonado, y es necesaria una formación docente especializada con la que no haga falta tener que esperar a que haya problemas en las aulas o de salud para detectar las Altas Capacidades y educar en función de sus necesidades.
Con todo lo aquí plasmado, quiero dirigir esta petición hacia el Parlament de Catalunya para que actúe conforme a los cuatro ejes ya presentados:
- Invertir en investigación científica para proyectos que ayuden a describir las Altas Capacidades a nivel genético y biomédico.
- Visibilizar al colectivo y desmitificar a las personas con Altas Capacidades.
- Formar docentes, psicólogos y médicos para que sean capaces de detectar y atender las necesidades del colectivo.
- Diseñar planes de atención y actuación reales y especializados que atiendan las necesidades académicas, emocionales y sociales de las personas con AACC..
Es necesario que exista un reconocimiento clínico, académico y social. Las personas con Altas Capacidades tienen el derecho a una atención educativa de calidad y a un acompañamiento psicológico que les permita disfrutar de una vida plena y digna.
Agradezco desde aquí el apoyo y difusión a esta campaña.