Mi nombre es Cristián Barros, soy académico de la Universidad del Desarrollo y de la Universidad Técnica de Nagaoka, Japón. Actualmente soy uno de los fundadores de la organización “Patagonia Sin Mineras”.

La iniciativa original la tuvo un colono, ganadero de las cercanías del Lago General Carrera, con quien desarrollé una amistad y me pidió organizar un grupo de personas interesadas en ecología o que tuvieran una experiencia contra las mineras. El evento disparador fue la entrada de la minera Equus de la  empresa australiana Southern Gold Spa, en las cercanía inmediata del mencionado lago y la amenaza de relaves de cianuro por la explotación de oro.

De modo personal, mi más grande motivación fue la amenaza vinculada al colapso del sistema de agua en el Lago General Carrera, además debemos considerar que la Patagonia chilena cuenta con la quinta reserva de agua dulce del planeta, y es un sector donde se desarrolla agricultura, ganadería y turismo ecológico.

Particularmente, esta actividad minera produce un trauma geológico a nivel del suelo por el enorme movimiento de toneladas de tierra, sumando que la Patagonia no tiene una gran calidad de suelo, condenando para siempre el uso para ganadería o agricultura. El otro tipo de agresión es química, dada por el tratamiento con cianuro y metales pesados durante la extracción del oro.

Falta conciencia ambiental por parte de las autoridades, que en parte se debe a la promesa de puestos laborales, lo cual no va a ocurrir, porque la minera no contrata locales por el miedo de divulgación de información, y por otro lado, está el propio nivel de dosificación técnica. Esto contribuye a que la reacción general de la comunidad sea en contra, pero la expresión de exactitud es muy matizada, ya que las personas prefieren no exteriorizar su opinión hasta ver si la minera contrata o no.

El traspaso y los permisos para la explotación minera Equus se hicieron al filo de la legalidad, ni siquiera fue procedente un estudio de impacto ambiental. Hay un enorme ausentismo político de parte de las autoridades, no obstante, la esperanza está en los pobladores directos cuando vean que el trauma geológico y químico va a afectar de manera inmediata a los sistemas de agua. 

Chile es una enorme zona de sacrificio, esto no pasa solamente acá, por ejemplo en Putaendo hay un conflicto con una minera, al igual que en otros sectores de nuestro país, y en este contexto, tratamos de coordinarnos con otros grupos que están en el mismo horizonte  de conflictos. Pero finalmente nuestro rol es de concienciación, porque son los habitantes de los territorios quienes deben discutir con el estado y responsables. 

Necesitamos todos los apoyos posibles, ya que  si conseguimos las firmas suficientes está petición llegará a las autoridades y nos tendrán que dar una respuesta en esta misma web. Sé parte de la petición haciendo “clic” en apoyar y ayúdanos a difundir.