Pregunta para Congreso de la República de Colombia
Soy Paula Lara, nadadora paralímpica. ¿Cuándo se exigirá capacitación en los sitios turísticos de Colombia y accesibilidad para las personas con discapacidades?
Hola, soy Paula Lara, tengo 31 años y vivo en Bogotá. Soy nadadora paralímpica. Cuando tenía siete años, fui diagnosticada con la enfermedad de Charcot-Marie-Tooth, una afección degenerativa que con el tiempo provoca la pérdida de movilidad y fuerza en las extremidades superiores e inferiores. Es una enfermedad de distrofias musculares relacionada con el sistema neurológico.
La natación me ha permitido viajar a muchos países y conocer a varias personas. En Canadá tuve la oportunidad de compartir con gente que me decía que le gustaría venir a Colombia a conocer, pero me comentaban que no lo hacían por temor a que el país no fuera inclusivo con las personas que tienen alguna discapacidad. Tienen esa idea y se quedan sin viajar.
El turismo hoy en día es un mercado muy grande, y el aporte que hace a la economía de Colombia es inmenso. Se puede decir que en parte el país vive de eso. En ese sentido, lo ideal sería, primero, que todas las personas que vivimos aquí, incluidas, por supuesto, quienes tenemos movilidad reducida, podamos recorrerlo y conocerlo; y que se den las condiciones para que los extranjeros también lo puedan hacer. Pero no siempre es posible precisamente por la falta de infraestructuras y de capacitación de los lugares turísticos.
Aunque no se trata sólo de infraestructura, sino de adaptaciones. Por ejemplo, en la playa, llena de arena, no se puede poner un andén. Pero sí se pueden habilitar sillas adaptables para que quienes no pueden caminar se movilicen sin problema. Los lugares turísticos casi siempre se limitan a recibir a personas sin dificultades de movilidad. Pero nosotros también queremos que nos reciban. El problema es que, aparte de que no hay adaptaciones, quienes trabajan en los sitios turísticos no suelen estar preparados para tratar a las personas que tenemos alguna discapacidad.
Pero es verdad que no siempre es así: el año pasado tuve la oportunidad de visitar el Valle de Cocora, en Quindío. Para recorrerlo hay dos opciones: caminar por la montaña o ir a caballo. Yo subí al caballo y los encargados inventaron una adaptación especial que me facilitó el desplazamiento. Yo les pregunté de dónde había salido la idea y me dijeron que el año anterior había ido un estadounidense que les dijo cómo amarrarlo. El cambio se hizo porque alguien con discapacidad fue y les dijo. Si quienes trabajan en esos lugares estuvieran capacitados sobre cómo hacerlo, ya no se improvisaría, se daría seguridad a las personas y esos espacios pasarían a ser conocidos por ser incluyentes y permitir a todos los visitantes recorrerlos.
El año pasado, que estuvimos en cuarentena, me llamó la atención que muchas personas publicaban en Internet una frase que decía: "La gente sufre al estar en cuarentena, pero muchas personas en condición de discapacidad llevan años en cuarentena". Y tienen razón. Hay gente que prefiere quedarse en casa antes que salir al parque porque no está adaptado. Lo mismo pasa con tantos sitios turísticos que hay en el país, todos muy bonitos, pero muy pocos inclusivos y accesibles.
Por eso lanzo esta petición: para llamar a las autoridades y al Congreso de la República para que garanticen la accesibilidad de las personas con alguna discapacidad en los sitios turísticos del país. No es la solución a todos los problemas de inclusión que hay en Colombia, pero es una acción que beneficia no sólo a las personas sino también al turismo, tan importante para el país. Si conseguimos 350 firmas en esta petición, obtendré una respuesta en la página de Osoigo. Apoyar no toma más de un minuto. Y después de hacerlo, difundamos esta propuesta con todos nuestros amigos, familiares y contactos de WhatsApp y redes sociales, para beneficio de tantas personas que desean conocer la belleza que hay en Colombia, pero que hoy en día no lo pueden hacer. ¡Muchas gracias!