Es el momento de cambiar la situación que hay en España respecto a los permisos maternales y paternales. En la actualidad, la baja paternal es de 5 semanas y la maternal tan sólo de 16 semanas.

Pese a que la Organización Mundial de la Salud, la Sociedad Española de Pediatría y los diferentes profesionales especialistas en el bebé (doulas, matronas, enfermeras, etc.) inciden en la importancia de que los bebés sean alimentados hasta los 6 meses con lactancia materna exclusiva debido a todos los beneficios que aporta al bebé y a la madre, la baja maternal es tan solo de 16 semanas.

La corta duración del permiso de maternidad y las condiciones laborales y sociales de las madres trabajadoras dificultan enormemente la extracción, conservación y transporte de la leche materna, lo que aleja a España de las recomendaciones de la OMS.

Es necesaria la permanencia de las madres con sus bebés más allá de las 16 semanas dado que, por la fisionomía del cuerpo humano, nacemos antes de tiempo y necesitamos otros 9 meses más para desarrollarnos en las condiciones más parecidas posibles a las que tenemos en el vientre materno. Este periodo se llama exterogestación y se caracteriza por requerir el contacto físico y emocional de la figura de apego.

Además, debe contemplarse el derecho a la conciliación familiar, no sólo como derecho de los cuidadores, sino también como derecho del menor, un derecho que debe contemplar el tiempo de permanencia a su lado por parte de sus padres.

Por todo ello, y porque se han de contemplar las circunstancias personales y familiares en cada caso, solicitamos, con carácter general:

- En el caso de la gestante, permiso durante las primeras seis semanas tras el parto. Posteriormente, hasta un año (365 días, incluidas las 6 semanas mencionadas), a disfrutar del siguiente modo: o bien simultáneamente junto con el otro progenitor, o bien individualmente, hasta un plazo máximo de dos años.

- En el caso del otro progenitor, progenitores no gestantes y/o adoptantes, podrán tener un permiso de 365 días, simultáneamente junto con el otro progenitor, o individualmente, hasta un plazo máximo de dos años.

De este modo, el menor podría disfrutar de una crianza hasta los 2 años de edad acompañado por uno de sus dos cuidadores, o hasta 1 año si ambos desean disfrutar de los permisos simultáneamente. Esto sería siempre a su elección.

Consideramos que los permisos no deberían ser transferibles, pues eso podría generar mayor carga de responsabilidad sobre uno de los cuidadores. Puesto que nuestra sociedad actual asocia la crianza a la madre, y para evitar que las empresas coaccionen u obligen a que las mujeres carguen con esa responsabilidad cuando conjuntamente hayan decidido hacerlo con sus pareja. Por ello, para no dar lugar a agravios, y para fomentar también la corresponsabilidad en la crianza, es necesario que los permisos sean intransferibles, para que no puedan forzarse situaciones no deseadas.

Por supuesto, hay otras situaciones que, aunque sean minoritarias, deben ser contempladas, ya que forman parte de la sociedad en la que vivimos, que avanza, con todos sus matices. Es el caso de las familias monoparentales y monomarentales, donde sólo un progenitor es el que se hace cargo de todo el proceso de crianza del menor. Al igual que actualmente se da la posibilidad de que, en caso de fallecimiento, la baja maternal la disfrute el otro progenitor en su totalidad, solicitamos que se posibilite a estas familias que el cuidador único pueda tener un permiso de hasta dos años, igual que en el caso de las familias con dos cuidadores.

Es el derecho de las madres y los padres pero, sobre todo, el de nuestros hijos e hijas.

Por los derechos del bebé.