Pregunta para Cortes Valencianas
La precariedad cada día aumenta más y tiene el foco en tres ejes importantes: trabajo, vivienda y salud mental. ¡Firma porque haya un aumento de la participación ciudadana en las decisiones políticas para luchar contra la precariedad!
Precariadas somos un equipo de precarios que, a raíz de la experiencia laboral que vivimos, abordamos con un toque de humor y un lenguaje más cercano la precariedad que nos rodea. Con nuestro proyecto queremos abarcar todos los ámbitos que tienen que ver con la precariedad, centrándonos en los tres más importantes: trabajo, vivienda y salud mental. Entrevistas e historias personales son de las cosas que más tratamos, porque el que la gente que nos escucha se sienta identificada es una de las cosas que más nos importa.
Visibilizar la precariedad sufrida en las carnes de gente de todos los ámbitos y sectores es algo que consideramos fundamental. Hoy en día el discurso mayoritario se basa en echar las culpas a aquel que es pobre por el simple hecho de serlo, como si fuese algo que estuviese en sus manos hacer y deshacer. Queremos desechar esa creencia porque la consecuencia negativa es crear una generación de jóvenes frustrados por no conseguir el futuro que esperaban. Nos hemos acostumbrado a vivir bajo la esclavitud, a trabajar en empleos mal valorados y peor remunerados. Concretamente, el sector servicios es uno de los más afectados por esta enorme precariedad con la que tenemos que vivir.
Hay muy pocos recursos para poder controlar las malas condiciones laborales. Las inspecciones de trabajo cada vez son más escasas. Solamente en Alicante hay cerca de 10 inspectores para más de 30.000 empresas, ¿qué control va a haber con tan pocos medios? Se están creando leyes que, desde fuera parecen avances, pero realmente nos hacen volver hacia atrás. Por ejemplo, los registros horarios son un retroceso. A día de hoy los despidos salen muy baratos y los empleados acaban firmando unas horas que no son realmente las trabajadas, pero, por miedo al despido, no se reclaman. Las 40 horas semanales siempre acaban siendo más. Estamos pidiendo unas horas que conseguimos el siglo pasado cuando realmente deberíamos estar luchando por una reducción de horas. Está demostrado que, trabajando menos horas, el tiempo trabajado es de mayor calidad y el consumo aumenta considerablemente.
Nuestros abuelos pelearon por unos derechos laborales que se están volviendo a perder y ahora a nosotros nos toca luchar de nuevo. Y uno de los ejes que sale directamente de la precariedad laboral es la precariedad que afecta a la vivienda. Porque sin un trabajo estable, la vivienda se vuelve una guerra difícil de ganar. La vivienda se está tratando como un bien de mercado en vez de como una necesidad básica, así como la cubre la Constitución. El intento de regulación que se ha hecho con la nueva Ley de Vivienda es muy escaso. Las inmobiliarias no tienen ningún tipo de control, y ya ni mencionar la idea de poder comprar una vivienda.
Y otro de los ejes fundamentales es la salud mental. Igual que ocurre con la problemática de la vivienda al depender de una estabilidad laboral, lo mismo pasa con la salud mental. Antes hemos mencionado la realidad de una generación joven frustrada que vive bajo la precariedad laboral y el foco de la meritocracia. Hay un gran estigma aún a día de hoy entorno a los problemas de salud mental. En la niñez y juventud no te dan herramientas para poder gestionar los problemas, de adulto no tienes acceso a una sanidad pública y, en el trabajo, tienes que ocultar una depresión, una ansiedad o cualquier otro problema por miedo a no ser contratado o a ser despedido. Recientemente hicimos una encuesta en nuestro podcast y salió que la enorme mayoría de los participantes han pasado o están pasando por un cuadro de ansiedad. Y en las empresas sigue sin haber protocolos para poder ayudar a los trabajadores que atraviesen estos problemas.
Hay una enorme cantidad de jóvenes con ganas de emprender, de comprarse una vivienda, formar una familia, pero es prácticamente imposible. Por ello queremos dirigirnos a los miembros de las Cortes Valencianas. Es necesario luchar con planes concretos contra la problemática de la precariedad en los tres ejes mencionados: terreno laboral, en la vivienda y en la salud mental. Es importante que haya un aumento de inspecciones en el entorno de trabajo, al igual que la creación de un protocolo de actuación frente a casos de problemas de salud mental en empleados. Las Viviendas de Protección Oficial (VPO) deberían tener un acceso más fácil para los ciudadanos de a pie y los autónomos deberían de pagar como cuota una proporción a lo cobrado cada mes, como tantos otros países europeos tienen implantado. Estas son solo algunas ideas a valorar que consideramos de gran necesidad desde Precariadas, pero aún más importante es que haya un aumento de la participación ciudadana en las decisiones políticas. La juventud estamos perdiendo la fe en la política y queremos ser partícipes de las nuevas leyes para así poder aportar nuestra forma de ver y abordar los problemas.