Hola. Me llamo Rafa, tengo 26 años y desde 2016 tengo VIH. 

Mi historia se resume en una época de descontrol vital después de tener que vivir episodios bastantes duros en casa. Mi único refugio, donde yo me sentía bien, era en la calle, no quería volver a casa porque sabía que algo malo pasaría. 

Salía mucho de fiesta y mantenía relaciones sexuales constantes. Un día fui al cuarto de baño y noté cierto escozor en el pene. Al principio no le di importancia, pero, posteriormente, me di cuenta de que debía ir al médico para que me viera porque el dolor cada vez iba a más. Me realizaron varias pruebas y di positivo en gonorrea. Me pusieron una inyección, me estuvieron informando de las precauciones que debía de mantener y me mandaron a casa. 

El diagnóstico definitivo me lo dieron 5 días después. Una doctora me llamó para decirme que debía acudir al hospital. Cuando llegué, entré en una consulta y me dieron la noticia -en ese momento me pareció la más fatídica de toda mi vida- tenía VIH. 

El VIH (virus de la inmunodeficiencia humana) es un virus que ataca el sistema inmunitario del cuerpo. Si no se trata, puede causar SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida). En la actualidad no hay una cura eficaz. Sin embargo, con la atención médica adecuada, se puede controlar. Las personas con infección por el VIH que reciben tratamiento eficaz pueden tener una vida larga y saludable, y proteger a sus parejas. 

Cuando salí de la consulta no sabía a quién llamar, no sabía qué hacer, es un momento muy duro por la gran discriminación social y el nefasto pensamiento autodestructor de las personas con VIH. Tuve pensamientos muy malos porque había algo que me decía que mi vida ya había terminado… pero no era así. 

El destino me puso en el camino a una gran amiga y profesional de la salud mental que me acompañó siempre a todas las consultas médicas, me hizo ver que la vida era algo más y nunca me juzgó por lo que tuviera. Gracias a ella supe encontrarme a mí mismo y alzar la voz para que todas las personas con VIH no tuvieran que sentirse nunca más como ‘bichos raros’. 

¡Ese estigma se para ya y ahora. Somos una sociedad que presumimos de avances socioculturales. Demostremos esos avances igualitarios, de diversidad e integración!

Por todo lo plasmado, lanzo la siguiente petición al Congreso de los Diputados para que haya más visibilidad e investigación para el VIH y el resto de ITS. 

Por otro lado, queremos transparencia total en la internacionalización del proceso de avance del tratamiento para el VIH. ¡Debemos eliminar barreras ya!