Defender los humedales es lo que nos convocó hace unos meses a vecinas, vecinos y ambientalistas para conformar un movimiento amplio. Desde ahí hemos hecho campañas de limpieza en el Humedal de la Rivera del Río Elqui, cicletadas familiares, hemos instalado vallas para que no ingresen vehículos al humedal, también estamos en la protección de las aves que están anidando, al mismo tiempos que hemos mantenido entrevistas con diversas autoridades y realizado manifestaciones para detener la construcción de edificios sobre el humedal.

Chile tiene alrededor de 18 mil humedales a lo largo de todo el país, según un catastro del Ministerio de Medio Ambiente, el que establece que éstos espacios sirven como reserva de agua dulce, además capturan y filtran afluentes que bajan de los glaciares cordilleranos. Otros, sirven para prevenir inundaciones y los que están cerca de la costa, permiten generar una barrera de mitigación frente a las marejadas y maremotos. Sin embargo, y pese a sus beneficios, estos están desapareciendo y hasta el momento no hay una protección real y/o legal. A raíz de lo mismo, hace unos años atrás un grupo de científicos y organizaciones ciudadanas ambientalistas dieron origen en La Serena un bosquejo de “Ley de los Humedales”, la que fue patrocinada por algunos legisladores, siendo aprobada en primera instancia por la Cámara de Diputadas y Diputados, pero ahora descansa en el Senado, esperando ser analizada

A raíz de nuestras movilizaciones, diferentes actividades informativas, trabajos voluntarios y un amplio apoyo de la ciudadanía hemos logrado que tanto el municipio de Coquimbo, como el de La Serena hayan tomado cartas en el asunto y hoy exista una mayor preocupación por los humedales de Punta de Teatinos en La Serena y del Humedal de Tongoy en Coquimbo.

En La Serena hay otros humedales, que son más pequeños y no tienen mucha superficie, a pensar alcanzan una o media hectárea, están ubicados en el centro de la ciudad y se están llenando de escombros. Al interior de la IV región hay un humedal al que llegan muchas aves migratorias y hay una sola persona defendiendo ese espacio. El humedal se formó porque ahí había un tranque que se dejó de utilizar, quedó en manos de privados y se cercó, el acceso se restringió y como hay calma y agua, se llena de aves, las que nunca se habían sido vistas en la zona. El desconocimiento de la existencia e importancia de los humedales llega también a las autoridades comunales y regionales, tanto así como a la ciudadanía en general. 

En La Serena por ejemplo, el Consejo Municipal dio luz verde, a través del plano regulador, a la construcción de varias torres de departamentos de mucha altura en un terreno que es parte del Humedal de la Rivera del Río Elqui. Todos los concejales dieron su aprobación, como así también lo hizo el alcalde. 

Proteger los humedales no es solo una necesidad a lo largo de todo el país, sino que también del mundo entero. Vivimos como planeta una gran crisis climática y con escasez cada vez más grande de agua. La avaricia y el cortoplacismo del ser humano ha hecho desaparecer un sinfín de especies del reino animal, causando daños irreparables y llevándonos a un cambio climático que al parecer no tiene vuelta atrás.

Necesitamos que el Senado apruebe la nueva Ley de Humedales

El 2020 se promulgó la Ley de Humedales Urbanos, pero actualmente son sólo 33 los humedales reconocidos como tal (de los 18 mil que existen en el país). Para que puedan ser protegidos, estos deben ser declarados como “humedales urbanos”, al encontrarse dentro del radio urbano, por el Ministerio del Medio Ambiente  a petición de los municipios o por cuenta propia. Lo que necesitamos es que se apruebe la ley que descansa en el Senado y que dé protección a todos los humedales, y que no dependa exclusivamente de grupos ciudadanos organizados. 

Tal como se ha visto en la prensa y en las redes sociales, el peligro más inminente para los humedales son las empresas inmobiliarias. Así lo hemos vivido acá en La Serena con la empresa Ipanema que planea construir edificios sobre el humedal del Río Elqui. En Tongoy, otra empresa inmobiliaria pretende construir un complejo habitacional al lado del humedal y así también ocurre en Valdivia, Con Con y en quizás en cuántos otros lugares que desconocemos porque no aparecen en las noticias.

Necesitamos una entidad estatal que se preocupe del bienestar de los humedales, que puedan medir la pureza de sus aguas, contabilizar las aves que existen, la flora y fauna del lugar, es decir, la biodiversidad. De la misma forma, necesitamos que las municipalidades se hagan cargo de la educación sobre estos espacios, que señalicen la existencia del humedal para que se tomen medidas de protección, como no transitar con vehículos motorizados, que las mascotas vayan junto a sus dueños para que no alteren la biodiversidad, que las personas no lleven basura, entre otras cosas. 

Necesitamos autoridades que actúen en forma más directa y proactiva por el bienestar de los humedales. Son labores mínimas las que pueden hacer las municipalidades y que no significan un mayor costo. Tenemos que educar para el futuro. ¿Cómo se disponen las autoridades para proteger realmente los humedales?