Dos de los pilares fundamentales para una sociedad son: la salud y la educación. La primera por encima de la segunda, porque sin ella, la vida es complicada de llevar. Una afirmación contundente que carece de incoherencia absoluta, cuando la enfermería escolar es prácticamente inexistente en todos los centros educativos: desde guarderías hasta institutos, tanto centros ordinarios como de educación especial en todo el territorio nacional. ¿Cómo podemos vivir con esa inseguridad durante todo el horario escolar, sobre todo cuando tenemos hijxs con graves problemas de salud? 

Es por ello que lanzo esta petición, para que todos los centros escolares públicos tengan una enfermera escolar que dé cobertura y atención a TODO el alumnado por igual. Son menores, que juegan, corren saltan, muchos hacen allí su desayuno y comidas, y en muchas ocasiones nadie sabe reaccionar ante un atragantamiento, o una herida grave, como para saber cómo actuar ante un shock anafiláctico, un ataque epiléptico, o una crisis. Y NO, una monitora no es una opción porque carece de unos conocimientos mínimos, formación y templanza para manejar a este tipo de situaciones. 

Las enfermeras escolares son piezas fundamentales que promocionan la salud y la asistencia sanitaria, y su visibilidad desde la infancia para comprender la importancia de la salud es fundamental. 

Por eso reclamo en mi nombre, y en de muchas más familias, la presencia obligatoria de enfermería escolar en todos los centros educativos independientemente de la comunidad autónoma. Los niñxs pasan gran parte del tiempo en los centros escolares, y por tanto, este tiene que ser un referente en seguridad.

Es solo una cuestión de voluntad política que tengamos un referente de la salud que ofrezca confianza, y además comparta conocimientos sobre primeros auxilios con docentes, escolares, AMPA y familias. 

Todos necesitamos cuidar de nuestra salud, y la figura de la enfermería debe ser un derecho innato, sin tener que estar justificado por ninguna patología del alumnado.