Creo que es un tema que tiene que caer como una fruta madura. El proceso natural de la sociedad es la evolución hacia un ser humano incapaz de llamar espectáculo a la muerte de un animal.

Como partido ecologista considero una obligación ineludible llevar en el programa la prohibición de las corridas de toros. Pero no soy partidario, por ejemplo, de sacar una nota de prensa al respecto precisamente el día de San Fermín como suelen hacer los compañeros de Pamplona. La mejor manera de conseguir que se prohiban los toros es teniendo presencia en las instituciones y para eso debemos, en mi opinión, mantener un tono de moderación siempre, pero en especial en todos los temas donde la mayoría social no comparte nuestras ideas.