La derogación de la ley Glass Steagal y la supresión de ese modelo de depósitos bancarios como garantía es uno de los elementos que está en el corazón de la crisis del sector inmobiliario que arrancó en 2007. Una regulación financiera internacional es una exigencia de los tiempos que vivimos, pero se enfrenta a los límites del poder político a escala estatal.

Son este tipo de medidas de regulación internacional y de gobernanza global sobre algunos efectos del proceso de mundialización (y liberalización) de la economía las que requieren de una Unión Europea fuerte, con capacidad política para operar apostando por otro modelo hacia dentro de sus fronteras e impulsándolo en el resto del mundo. El poder político y la escala a la que se ejerce (y la evidencia de los límites del Estado), es uno de los problemas fundamentales de nuestro tiempo.