Pregunta para Senado
Soy Raquel y en casa no tenemos dinero para utilizar ventiladores ni aire acondicionado durante esta ola de calor. ¿Cuándo se regulará el precio de la electricidad para que TODOS podamos hacer frente a las altas temperaturas?
Durante los últimos días, las temperaturas en Madrid se han vuelto un infierno del que no podemos escapar, ni siquiera en casa. La ola de calor de esta semana me ha hecho imposible la vida a mi y a mi familia.
Yo trabajo desde casa hace años, pero durante estos días se me ha hecho imposible concentrarme, mientras cuido de mis hijos de 6 y 8 años, que no logran dormir toda la noche y que se quedan sin aire al intentar jugar. Mi esposo, Javier, llega todos los días sobre las 19h al piso, después de todo un día al sol trabajando como camarero. Las temperaturas son tan fuertes que durante estos días, sufrió de un golpe de calor que lo dejó en cama, con fiebre y mareos.
Lo peor, es que no tenemos cómo evitar el calor. Ambos cobramos el salario mínimo y con el precio de la luz, no podemos permitirnos encender el ventilador, y mucho menos, hablar sobre tener un aire acondicionado. Eso sí que sería un sueño.
En la televisión siempre pasan los mismos consejos: beber agua, evitar la actividad física y mantener una temperatura saludable dentro de casa. Pero, ¿Qué pasa si no puedo hacerlo? ¿No merecen mis hijos poder dormir bien y jugar durante el día? ¿Por qué mi esposo debe sufrir de desmayos y fiebres luego de estar todo el día trabajando?
En casa hacemos lo que podemos, a primera hora de la mañana abro todas las ventanas y bajo las persianas durante las horas de más calor. De igual forma, la temperatura dentro del piso nunca es menor a los 35 °C.
Sé que no somos los únicos en esta situación, y a medida que las olas de calor se vuelven más y más comunes, se vuelve urgente tomar medidas. Por lo mismo, quiero hacer un llamado a los miembros del Senado para que se regulen los precios de la energía, y así podamos resistir las altas temperaturas de manera saludable.
Solo pedimos vivir tranquilos. Queremos, como miles de españoles, poder prender el ventilador sin temer la cuenta a fin de mes. Es momento de tomar acción: la pobreza energética es una realidad.