Me llamo Raquel y vivo en Málaga. Soy ceramista. El 3 de enero del año pasado firmé un contrato de alquiler para emprender, como autónoma, un proyecto que llevaba mucho trabajo atrás; un taller de cerámica a partir del cual imparto formación para principiantes y para profesionales y cursos de fin de semana. También trabajo para algunos restaurantes y tiendas proporcionándoles colecciones de piezas. Invertí todos mis ahorros y puse toda mi ilusión en la iniciativa. El 9 de marzo inaugure y abrí las puertas del taller, pero al cabo de cuatro días nos confinaron. Tuve que cerrar pero en mayo pude reabrir puertas y pasé el verano a la expectativa de la pandemia de la Covid-19. Cuando parecía que volvía la normalidad me detectaron un Linfoma de Hodgkin.

Fue en febrero del 2020 cuando estaba metida de lleno en la adecuación del local y del espacio del nuevo negocio que me detecté un bulto entre la clavícula y el cuello. Era bastante grande. Fui a visitarme a la atención primaria y de allí me derivaron a medicina interna. Debido a la Covid-19, todo iba con mucho retraso y no fue hasta pasado verano que empezaron a hacerme pruebas. Durante este tiempo, me percaté de que el bulto iba creciendo. Después de hacerme la biopsia, en septiembre, determinaron que el bulto era un tumor y que era un Linfoma de Hodgkin en estadio inicial. A partir de este momento, recibí cuatro sesiones de quimioterapia que terminé en noviembre, y también me sometieron a radioterapia hasta la semana pasada, que me comunicaron que estoy oficialmente curada.

Durante todo el tiempo que he estado enferma no he podido trabajar, he percibido la baja salarial mínima porque estaba empezando con el proyecto y he tenido que hacer frente a todos los pagos. Me he sentido abandonada en este sentido, porque yo no he elegido no poder trabajar. He tenido un cáncer y esto me lo ha impedido. No se puede trabajar cuando estas recibiendo tratamiento. Además, mientras estas enferma no te puedes concentrar en recuperarte sin pensar en nada más si tienes esta preocupación en la cabeza. Es por esto que me dirijo a los políticos del Parlamento de Andalucía, porque son quienes me representan, para que me respondan ¿por qué los pacientes de cáncer no reciben ningún tipo de ayuda económica cuando tienen que dejar de trabajar debido a la enfermedad?