Pregunta para Parlamento de Andalucía
Padezco cáncer de cérvix. Después de una histerectomía, decidieron no someterme a tratamiento preventivo y he recaído. ¿Por qué no se invierte a favor de la investigación además de apostar para que los hospitales puedan seguir los protocolos convenientes?
Me llamo Rebeca y vivo en Andalucía. Con 36 años, en 2017, me practicaron una citología. De la prueba concluyeron que existían células de un carcinoma escamoso infiltrante, así que me sometieron a otra tipología de pruebas, entre ellas una conizacion, y me confirmaron que padecía un principio de cáncer. Teniendo en cuenta que tengo antecedentes familiares, pedí a los médicos que me hicieran lo que estuviera en sus manos para curarme, así que me informaron de que, si no quería tener más niños, lo mejor era practicar una histerectomía. Yo accedí. Después de que me la practicaran me realizaron un seguido de pruebas y todo salió limpio y bien. Los profesionales sanitarios que me trataban decidieron no someterme a un tratamiento de quimioterapia. Tampoco me hicieron ningún tipo de seguimiento más allá de practicarme citologías durante los tres años siguientes.
El verano del año pasado, en una ocasión, sangré después de tener relaciones sexuales, así que decidí acudir a Urgencias en el hospital. Allí me indicaron que muy probablemente se trataría de una infección de orina, aunque yo expliqué mis antecedentes. Después de una semana, tuve otra hemorragia. Volví al hospital y ya empezaron las pruebas. Me encontraron una heridita que estaba ulcerada, así que me practicaron una biopsia. A la semana, me llamaron y me dijeron que habían encontrado un tumor de 3cm en los tejidos del lado derecho de la pelvis. Me indicaron que necesitaba someterme, entonces, a 28 sesiones de radioterapia y a seis de quimioterapia. Una vez terminé, me derivaron al Instituto Valenciano de Oncología, donde me practicaron braquiterapia.
Todo salió bien, pero cuando me hicieron la segunda revisión rutinaria de control, se percataron de que existía otro nódulo donde se ubicaba, de entrada, el tumor. Me hicieron un PET-TAC y aunque concluyeron que no se trataba de una afección perjudicial, constataron que había 2,7cm de células tumorales en un ganglio ubicado en el lado derecho de la pelvis. En estos momentos me he sometido a tres tratamientos de quimioterapia y me han practicado un TAC que ha servido para ver que la quimio no ha hecho el efecto de reducción deseado, así que tendré que someterme a tres sesiones de quimioterapia más.
Considero que la investigación es fundamental, así como cumplir con los protocolos no solo de tratamiento de una afección, sino de prevención ante la posibilidad de recaída. Probablemente, si me hubieran sometido a algún tipo de tratamiento preventivo después de intervenirme quirúrgicamente por primera vez, no habría recaído con complicaciones las dos veces que lo he hecho. Es por lo presentado que me dirijo a los políticos del Parlamento de Andalucía, ya que son quienes me representan: “¿Por qué no se invierte a favor de la investigación además de apostar para que los hospitales puedan seguir los protocolos convenientes?”