Mi nombre es Santiago Rojas, soy de la comuna de Los Lagos. Actualmente soy uno de los fundadores de “Regenera Orgánico”, empresa dedicada a la educación ambiental, recolección y compostaje de residuos orgánicos de hogares, hoteles, restaurantes y empresas. 

Hemos recibido una respuesta muy positiva por parte de la gente que nos conoce, porque el rol sobre la gestión de residuos orgánicos que no están pudiendo cumplir las municipalidades por limitaciones propias del sector, lo están cumpliendo los privados. El problema es que hoy es un servicio para personas de mayores ingresos y lo que buscamos es trabajar con las municipalidades para que desarrollen sus propios programas, y de esta forma poder masificar la recolección diferenciada de residuos orgánicos y el compostaje.

Creo que los problemas asociados a la gestión de residuos son una realidad en todas las comunas de Chile, porque hay problemas con la recolección en sectores urbanos y rurales, pero lo principal es que ha aumentado mucho la generación de residuos y no se está reciclando ni haciendo compost. De hecho, aproximadamente el 95% de los residuos municipales terminan en rellenos sanitarios en el mejor de los casos, y en vertederos en el peor de los casos.

Tenemos que trabajar para que la estrategia nacional de residuos orgánicos pase a ser una regulación formal con metas establecidas por ley y que existan incentivos y sanciones para quienes no cumplan, tanto a nivel privado como público. Es decir, que exista un complemento a la Ley REP que aborde los orgánicos y/o que se cree una nueva normativa.

Por otro lado, actualmente la disposición de residuos en rellenos sanitarios o vertederos es muy barato, ya que no se incorporan las externalidades negativas asociadas. Mientras no suba el precio de disponer los residuos no va a ser competitivo el reciclaje, ni el compostaje a nivel público. En este contexto, hay tres cosas que se puede hacer, una es implementar un impuesto al relleno sanitario, con lo cual cada vez que las municipalidades y privados boten residuos se paga un adicional, en comparación a la valorización (reciclaje o compostaje). Lo otro que se ha hecho en otros países es reducir mediante metas vinculantes gradualmente el ingreso de residuos orgánicos a rellenos sanitarios o vertederos (lo que se conoce como “organics bans” en EEUU y Europa). Por último, falta mejorar el cobro en relación a la cantidad de residuos que se generan, generando incentivos para quienes reciclan o compostan, esquema conocido como pay as you throw.

Sin embargo, creo que hay un avance que es importante destacar: la alineación de los diferentes actores mediante la creación de la ENRO y el fortalecimiento de la institucionalidad ambiental reflejada en la Ley REP que se está implementando y la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA). Aunque falta muchísimo más, sobre todo, es urgente que el Ministerio de Medio Ambiente logre articularse con los otros ministerios para consolidar la gestión ambiental.

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