El contrato a tiempo parcial que nació para facilitar la conciliación del trabajo con la vida familiar se ha convertido desde la última reforma en un contrato usado sistemáticamente en fraude de ley, precarizando las relaciones laborales y ha sido una de las causas de la deficiente cotización y de la existencia de salarios míseros, pues los trabajadores han trabajado a demanda, jornadas de trabajo declaradas (es decir cotizadas y pagadas) muy inferior a la real y además al suprimirse la necesidad de fijar la jornada en el contrato su control administrativo es dificil. Nosotros vamos a garantizar el derecho a un tiempo de trabajo regulando el contrato a tiempo parcial, exigiendo con claridad la predeterminación del horario en el contrato, permitiendo las horas complementarias solo si están previstas en el Convenio Colectivo y regulando que el porcentaje de horas complementarias, que no supere el porcentaje de jornada irregular de los trabajadores a tiempo completo.

 No estoy de acuerdo con el denominado contrato único, el contrato único es un contrato indefinido con indemnización por despido progresiva, es decir, que va creciendo en función de la antigüedad del trabajador de la empresa. Para quien defiende esta modalidad contractual, se pretende reducir la dualidad del mercado laboral, esto es, el trato desigual que sufren los trabajadores según sean indefinidos o temporales y simplificaría la contratación por parte de las empresas.

La  llamada dualidad del mercado de trabajo, es un concepto manipulado de forma interesada por algunos grupos políticos, ya que en nuestro ordenamiento en el art 15.3 del Estatuto de los Trabajadores ya queda claro que toda relación laboral es indefinida por defecto y que solo se pueden celebrar contratos temporales cuando exista una causa de temporalidad y en la forma y duración que para cada modalidad contractual establece la legislación vigente.

Lo que ocurre es que el contrato temporal se usa sistemáticamente en fraude de ley por la empresa para hacer frente a gran parte de su actividad sea o no sea temporal, la empresa los rescinde cuando quiere aunque no existan razones para ello, vemos que de hecho se esta actuando como si existiera un contrato único encubierto, dejando al trabajador con la única opción de ir a la jurisdicción de lo social, opción que incluso desaparecería con el contrato único, al no llevar aparejada la causalidad en la extinción.

Nosotros en nuestro programa de gobierno estableceremos tres modalidades de contrato de trabajo, un contrato de trabajo indefinido para la cobertura de puestos de trabajo estables, un contrato de trabajo temporal para la cobertura de puestos de trabajo temporales y un contrato de relevo y para la formación.

No podrán cubrirse puestos de trabajo permanentes con contratos temporales y ningún contrato temporal podrá durar más de un año, aunque la negociación colectiva podrá extenderlo a dos años. Las empresas que abusen de las contrataciones temporales pagarán mas a la seguridad Social y se actuará para que las contrataciones de temporada se reconduzcan a la modalidad fija discontinua con plenitud de derechos.

Para nosotros deben existir contratos temporales, para afrontar actividades puntuales, regulando los mismos de forma mas restrictiva en su duración e incrementando su control.