Pregunta para Parlamento de Andalucía
Soy sobreviviente de cáncer vulvar. ¿Cuándo se va a invertir en campañas de detección, investigación y concienciación? ¡El cáncer vulvar existe y no se ve con simples pruebas!
Mi nombre es Rocío, tengo 32 años, y he superado dos linfomas no Hodgkins (con trasplante de médula) y un cáncer vulvar del que tuve que operarme el pasado marzo. Actualmente estoy pasando por otro linfoma.
Me he decidido a lanzar esta campaña para poder contar de primera mano la realidad del cáncer vulvar, el doloroso proceso, su gravedad y la poca noción que hay sobre él tanto en la sociedad como en la medicina. El cáncer vulvar es un tipo de cáncer que afecta la superficie externa de los genitales femeninos. Por lo general, el cáncer vulvar se manifiesta como un bulto o llaga en la vulva que, con frecuencia, produce picazón u otros. Es importante mencionar que para poder detectar este tipo de cáncer es necesario ir al dermatólogo y que realice biopsias de las partes afectadas, ya que no se ve en las citologías ni en otro tipo de pruebas ginecológicas.
En mi caso, mi historia con este tipo de cáncer empezó cuando años más tarde de haber superado los linfomas (tuve el primero con 18 años), empecé a notar picores, llagas, heridas que no terminaban de curarse, dolores… Sabía e intuía que algo no estaba bien, pero mis médicos y ginecóloga no parecían alarmarse y remitían los síntomas a cosas “normales”. Seguí insistiendo e insistiendo y tres años más tarde conseguí cita con el dermatólogo. Ahí me realizaron una biopsia de las partes afectadas y me dieron el diagnóstico: neoplasia intraepitelial vulvar de alto grado (III) y escamosa (II-III). Tras el diagnóstico tuve que someterme a una operación para extraer todas las lesiones que se encontraban en zonas muy delicadas y sensibles como los labios o el clítoris. El proceso que vino después de ello fue lo más doloroso a lo que jamás me he tenido que someter.
Como ya he mencionado, a pesar del dolor del proceso y la gravedad que puede suponer (hay gente que pierde toda la vulva) sigue siendo un cáncer muy desconocido tanto por la población como la comunidad médica. Esta realidad se ve reflejada en el proceso para las personas afectadas. Desde mi experiencia, no es sólo que el diagnóstico llegara tarde y que mucho daño podría haberse evitado, sino que he sido afectada por diversas negligencias médicas que han hecho este camino mucho más difícil a nivel físico y psicológico. El mismo día de la operación, tras recibir 35 puntos en la vulva, me dieron el alta y tuve que irme a mi casa caminando de mi propio pie. Como no podía ser de otra manera, los puntos saltaron y tuve una infección que hizo que mi recuperación fuera más lenta e insoportable. Por otro lado, durante el paso por consulta y las distintas intervenciones, me sentí como un conejillo de indias, se reunían entre ellos para hablar de mi caso, me hacían muchísimas fotos… Otra cosa a mencionar, es que el resto del tratamiento no es mucho mejor ya que se trata de quimioterapia en crema, que produce también un dolor terrible y unos efectos que me obligaban a parar cada cierto tiempo.
Sin duda, se trata de la enfermedad más dolorosa por la que he pasado en mi vida. Aunque ahora esté bien, sé que en parte esto se podría haber evitado. Nadie que no haya pasado por esto se lo puede imaginar.
Por ello, con esta campaña quiero concienciar de la existencia de este tipo de cáncer, de la importancia que tiene hacerse pruebas si notas una mancha, una herida, algo fuera de lo normal y del enorme camino que queda por recorrer en investigación, en detección y sensibilización. Es por eso por lo que quiero dirigir esta petición a los representantes del Parlamento de Andalucía, para que escuchen y tomen cartas en el asunto.
Me ha pasado a mí pero podría pasarle a cualquier mujer. Está en mano de todos que se conozca, se prevenga y se evite. Pido desde aquí la mayor difusión y apoyo a esta campaña. Gracias a todos y a todas.