Me llamo Rocío y hace más de once años que tengo migrañas. Son un tipo de dolor de cabeza  que causa un dolor de moderado a intenso. Frecuentemente se siente a un lado de la cabeza y puede tener otros síntomas, como náuseas y debilidad. Las migrañas afectan a 3 veces más mujeres que hombres.

Empecé con este problema a los 20 años, momento en el que me recetaron las pastillas anticonceptivas. Al principio no sabía lo que me pasaba, tenía vómitos, mareos, náuseas… me molestaba hasta la luz. Años más tarde, logré que me mirara un neurólogo; cuando me daban los episodios me incapacitaban para poder hacer cualquier cosa y sientes que nadie te comprende “¿por qué te pones así por un dolor de cabeza?”, solo lo entiende quien lo haya vivido. Durante once años el médico me dijo que no había necesidad de que me viera ningún neurólogo y, desde que acudí a él, estoy muy mejor, fue mi salvación. Me llegaron a decir que tenía un tumor.

Considero que están muy invisibilizadas y que hay un gran desconocimiento; esto tal vez tenga que ver con que es algo que afecta mayoritariamente a las mujeres, casi el 80% de las personas que sufren migrañas son mujeres. Actualmente me siento mucho mejor porque, gracias al hecho de haber podido acudir al especialista, tengo una medicación que funciona y me ayuda mucho cuando me dan los episodios.

Lo peor que he vivido es que me han llegado a echar de algunos trabajos cuando me daban los episodios de migrañas de forma más seguida.

Necesitamos que se les dé la importancia que tienen, son para toda la vida y sufrirlas es muy duro, cuando te dan te paralizan por completo durante horas, incluso días. Tienen que tener un justificante, un expediente en el que se exponga que es una enfermedad que te paraliza por completo cuando la padeces, no puede ser que te echen de un trabajo cuando se te suceden episodios, es algo que tú no puedes controlar.

Me dirijo a los miembros del Senado para pedir visibilidad, necesitamos comprensión y que no se vean como un simple dolor de cabeza porque las migrañas, van mucho más allá. Además necesitamos más ayudas por parte de la sanidad pública, las listas de espera para los especialistas son muy largas y se necesitan tratamientos especializados para cada persona que las padece, no todo el mundo puede permitirse acudir a profesionales del ámbito privado para que los traten.