La nueva política se basa tanto en el fondo y en las formas. Queremos poner a las personas en el centro de las políticas y construir una sociedad equitativa, democrática y sostenible. Esto solo será posible si llevamos a cabo políticas feministas que aseguren los derechos de las mujeres, erradiquen la violencia machista y aborden el reparto del trabajo de cuidados.

Uno de los objetivos de la nueva política tiene que ser asegurar la participación de las mujeres en política promoviendo su visibilidad y el liderazgo femenimo (No hay más vieja política que la hecha exclusivamente por hombres). Esto pasa por dos ejes prioritarios de actuación:

- Cambiar la forma de hacer política como elemento catalizador de la participación femenina. Está demostrado que en espacios y organizaciones donde se trabaja de forma participativa y horizontal (frente a la autoritaria y jerárquica), colaborativa (frente a competitiva), amable y empática en vez de agresiva las mujeres participan más y con más responsabilidad.

- Tener en cuenta el trabajo de cuidados (hoy en día asumido mayoritariamente por las mujeres). Esto puede suponer desde tener en cuenta los horarios a la corresponsabilidad por parte del grupo de las responsabilidades familiares.