Pregunta para Parlamento de Canarias

Perdí a mi hija cuando estaba embarazada de ocho meses. ¿Por qué no se invierte en poner en marcha un servicio público de acompañamiento para tratar el duelo perinatal? La muerte gestacional existe, es más común de lo que nos gustaría y duele muchísimo.

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Ruth Alcala Pregunta de Ruth Alcala

Me llamo Ruth y vivo en Fuerteventura. En marzo de 2017, me enteré de que estaba embarazada. Por aquel entonces, estaba trabajando en el aeropuerto y no cogí la baja hasta el séptimo mes de embarazo. Todo iba normal, tuve un buen embarazo y todos los controles salían según lo previsto. 

Aun así, un día de noviembre me percaté de que cada vez notaba menos a la niña. Acudí a Urgencias y el ginecólogo que me visitó, consideró que todo estaba normal, que no había de que preocuparse. Pasaron cuatro días y yo ya no notaba a mi hija. Acudimos a la visita de las 36 semanas y después de examinarme, me informaron de que no se escuchaba latido. Finalmente, confirmaron que mi hija había fallecido hacía, aproximadamente, 24 horas.

Después de recibir la noticia, me preguntaron si quería irme a casa, pero yo pedí que se aplicara el protocolo y que me indujeran el parto. Así lo hicieron. Me ingresaron y estuve toda la noche con contracciones. Al día siguiente por la mañana, me llevaron a la sala de partos y después de unas horas, di a luz a mi niña. 

Aunque a la hora de recibir la noticia del fallecimiento tuve la sensación de que los médicos me trataban con muy poco tacto, la matrona y las auxiliares que me llevaron durante el parto fueron maravillosas. Estuve ingresada dos días en el hospital y luego volví a casa. 

Después de unos días, nos informaron que nuestra hija había muerto porque tenía un nudo en el cordón umbilical y que era una niña sana, que no presentaba ninguna anomalía.

Aunque a posteriori estuve buscando mucho porque necesitaba soporte, no encontré ningún servicio de acompañamiento público para tratar el duelo perinatal. Encontré el apoyo entre grupos de mujeres que habían pasado por situaciones similares y que se auto organizaron, pero ningún soporte oficial. 

Tener que pasar por esta situación duele muchísimo. Nuestros hijos son nuestra vida y lo que siente una mujer embarazada por su niño, aunque todavía no haya nacido, no se puede cuestionar y menos, infravalorar. Necesitamos que se tenga en cuenta que una de cada cuatro mujeres embarazadas pierde a su hijo antes de que el embarazo llegue a término

Necesitamos que se visibilice el hecho de que existe la muerte perinatal y, en consecuencia, el duelo perinatal. Es por esto que me dirijo a los políticos del Parlamento de Canarias: ¿Por qué no se invierte en poner en marcha un servicio público de acompañamiento para tratar el duelo perinatal?

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