Hola, soy Sandra, @conlugaradudas en redes sociales y soy psicóloga. Actualmente no existe ningún tipo de control sobre los convenios de prácticas. No hay límite a la hora de ser becario, puedes serlo indefinidamente, gratis y puedes cubrir el puesto de un trabajador. Legalmente tampoco existe un porcentaje máximo de becarios por empresa. Estas son algunas de las cuestiones que debería regular el Estatuto del Becario para acabar con el abuso de este tipo de convenios.

En muchos casos, después de agotar las posibilidades de realizar un convenio, se pide a los becarios que se matriculen en cursos cuya única función es poder extender los períodos de prácticas todavía más. Estos cursos también se utilizan a menudo para poder evitar los requisitos mínimos que establecen algunas universidades en cuanto a remuneración y horarios. Muchos estudiantes lo aceptan, pese a que se les haga complicado compaginarlo con la universidad, porque lo venden como una gran oportunidad.

Sin embargo, suele ser un engaño y que se aprovecha de la necesidad de obtener experiencia de los estudiantes. Se promete que tras las prácticas firmarán el tan ansiado contrato laboral que nunca acaba de llegar a pesar de tener opciones como el contrato en prácticas, pensado precisamente para personas que han finalizado sus estudios recientemente. Esto es algo que me ha tocado vivir en primera persona. Te dicen que estás adquiriendo experiencia, que puedes poner el nombre de su empresa en tu currículum y tú a cambio trabajas a jornada completa por menos de 500€ cubriendo un puesto real y sin un tutor del que puedas ser becario y aprender. 

No tiene ningún sentido que una persona formada, con carrera o con máster, con prácticas curriculares e incluso extracurriculares se vea obligada a realizar un curso para poder continuar en la empresa, pero sin contrato laboral. Y lo peor es que esto es un círculo vicioso, al poder ser becario toda la vida, si no consigues salir de ahí es muy difícil conseguir un contrato laboral ya que no hay limitación para el tiempo que se puede ser becario o el número de convenios que se pueden encadenar.

¿Ante esta situación nadie se da cuenta que pasa algo raro? Lo cierto es que es una situación conocida que se prefiere ignorar. De hecho, se considera una solución al desempleo cuando un becario no es un trabajador y por tanto no tiene ninguno de sus derechos y se retrasa cada vez más el acceso a un contrato que permita una vida más o menos independiente. Es necesario que por parte de las instituciones se pongan ciertos límites. Por eso quiero dirigirme al Gobierno de Catalunya. Hace un par de años se propuso realizar un Estatuto del Becario, pero no se ha avanzado nada en este sentido. Ese estatuto es fundamental para establecer ciertos límites como un porcentaje máximo de becarios que puede haber en una empresa, regular la remuneración o establecer una duración máxima o un número máximo de convenios por estudiante. Se debe acabar con este abuso por parte de las empresas y ofrecer un futuro mejor a los becarios.