Pregunta para Parlamento de Catalunya
Mi hijo adolescente ha sido discriminado por el Instituto Ferran Casablancas quebrantando la ley trans y la de inclusión ¿Cuándo se tomarán las medidas disciplinarias que eviten el sufrimiento de más alumnxs? Han destrozado su salud mental y su sueño
Otho quiere ser ilustrador, una meta totalmente alcanzable porque el arte que crea desde lo más profundo de su ser así lo demuestra. El problema con el que nos enfrentamos, es que la educación, y más concretamente los profesionales que forman parte del bachillerato artístico en el instituto público de Sabadell Ferran Casablancas, se han centrado más en dañar su autoestima y machacarle psicológicamente, que en acompañarle y ayudarle siguiendo las premisas que se especifican en su plan individual de educación. Un plan elaborado ya a finales de sexto de primaria de su anterior instituto, por una psiquiatra y un psicólogo públicos. Al inicio del curso, y a pesar de las dificultades de conseguir una entrevista con el tutor porque esas “cosas ya no se hacen en bachillerato”, puede hablar con él personalmente y explicarle el plan, así como darle a conocer a su nuevo alumno: Otho, un niño trans con AACC (Altas Capacidades) y Autista de grado uno, que podía mostrar determinadas estereotipias. “Hay un equipo especializado en autismo” me dijo, y la verdad, eso me dejó mucho más tranquila.
Lo que nunca llegué a imaginar, es que ese centro que me había dado tanta confianza en ese momento, se convertiría en el origen de la ansiedad, depresión, disforia e invalidación que tiene mi hijo hacia su persona. A sus 16 años, solo quiere permanecer encerrado en casa y no se considera válido para realizar ese bachillerato de arte con el que tan ilusionado estaba.
Así, por todo el daño causado, por vulnerar la ley de inclusión, la ley trans y hacerle perder un año de sus estudios, lanzo esta petición. Para que con la demanda presentada antes los Mossos, y con las numerosas quejas realizadas a educación. Se lleve a cabo una inspección con consecuencias reales para que lo que ha vivido mi hijo, y todo lo que está sufriendo en la actualidad, no vuelva a pasarle a ningún niño más en ese centro. Desde vejaciones verbales hasta indiferencia por parte del profesorado y alumnado como:
- Hacer uso de pronombres femeninos para referirse a él. “Es que con tu cara y voz me confundes” le llegó a decirle la profesora que según Otho mejor le trataba).
- Recibir comentarios de docentes y alumnos fuera de lugar fomentando la disforia. Bullying
- Incumplimiento de la Ley Trans, sin llevar a cabo los protocolos que marca la ley.
- Incumplimiento de la implementación de su Plan Individual, según marca la Ley de Inclusión, porque su aplicación dependía de la “flexibilidad del docente” de turno.
- Negación de participar en un viaje de estudios por ser autista, cuando en su valoración de discapacidad se indica que no necesita de terceras personas.
Con el viaje ya preparado y abonado para salir un martes, el jueves de la semana anterior se me convoca en reunión urgente en el centro para comunicarme que Otho no irá al viaje de estudios. Lo han consultado con equipo psicopedagógico del instituto, que nunca ha visto a mi hijo, y según ellos, la decisión es porque tiene atemorizada a la clase, cuando es él que sufre acoso, que es un niño que se autolesiona, lo que hace es arrascarse compulsivamente (esterotipia) y por falta a la autoridad, es decir, ir al servicio por una necesidad urgente cuando una profesora le denegó salir.
No conforme con los argumentos dados, decido iniciar un proceso de inspección, pero el viernes se me vuelve a convocar para ofrecerme una solución, y es que mi hijo podrá viajar si yo soy su acompañante. Le explico que soy autónoma, tengo otra hija, y además les presentó un informe de la psiquiatra y el psicólogo de la Seguridad Social que atienden a Otho, y que demuestra que él está bien y es capaz de ir solo. “¿Pero aquí no pone que el niño tiene que ir al viaje?” Pero sí indica que su salud mental está bien y no necesita ayuda, su única dificultad es social y trabaja para mejorarla. “Esa es la opción”, y como no le acompañé finalmente Otho no pudo viajar.
A partir de que estos hechos fueron denunciados en los Mossos, y de forma pública, las represalias contra Otho se manifestaron en forma de indiferencia, le discriminaban, nadie le hablaba, ni alumnos ni profesores, todos le ignoraban, y eso día tras día le iba pasando factura hasta poner en peligro su salud mental.
Así, todos los progresos que habíamos conseguido superar: Su transición, la consideración de que no encajaba en este mundo, las habilidades sociales adquiridas, todo, lo han tirado por la borda por su simple comodidad, por no querer incluir la diversidad en sus clases. Han optado por rechazarla, menospreciarla y lo más grave de todo, darle una connotación negativa en la que el resto de alumnos han aprendido que cuando lo “normativo” no se cumple, es más sencillo humillarlo que ayudarlo. Asociaciones de Autismo y Trans se pusieron en contacto con el centro para ofrecerles orientación o algún tipo de información o formación que necesitasen, y el silencio ha sido su única respuesta.
En estos momentos con el nivel de ansiedad que Otho tiene, no puede acudir a clase. Y desde el centro no hacen más que hacernos llegar amonestaciones para echarle. ¿Qué tengo que justificar las faltas?, de acuerdo, pero que me faciliten el acceso. Primero me dicen que se las dé al tutor, y no consigo cita, luego que las deje en secretaría. Presento la denuncia de los Mossos y los informes de la psiquiatría de la Seguridad Social en los que se indica su ansiedad y el estado de su salud mental, y me escriben por correo que eso no justifica las faltas y que abrirán un expediente.
Es decir, ¡no solo destrozan la autoestima de mi hijo, sino que también quieren manchar su trayectoria académica! Lo que estamos sufriendo, y cómo está afectando todo esto a nuestra vida, no le puede llegar a pasar a nadie más.
Por eso necesitamos que esta petición sea escuchada con urgencia, para que el Departamento de Educación de Catalunya realice una inspección con consecuencias, que de verdad demuestren que la diversidad no puede ser menospreciada. La educación tiene que cambiar ya, ser más empática con una inclusión real, pasar de página y olvidar, no es una opción.