Soy Suyai, soy argentina, vivo en Estepona y estoy luchando contra un cáncer de mama. 
 

Hace más o menos un año que me detectaron el cáncer. Yo nunca he sido una persona que fuera mucho al médico, mas bien intentaba no tomarme ninguna pastilla y usar remedios naturales. 
 

Pero todo cambió después del diagnóstico. Fue todo muy rápido. Me sentí muy aturdida porque no sabía muy bien que tratamientos tenía que hacer. Son muchas cosas las que te suceden durante un cortísimo periodo de tiempo. 
 

De no tomar ningún medicamento, pasé a realizar tratamientos de quimioterapia muy fuertes y después otras sesiones más leves. Posteriormente, me realizaron una doble mastectomía para extirparme los dos pechos. En estos momentos tengo que realizar quimioterapia preventiva durante un año, además de tomarme pastillas hormonales. 
 

Todo este proceso se lleva a cabo de una manera rutinaria en cualquier hospital y por cualquier médico. Pero para las pacientes como yo, supone muchísimos cambios en su vida. Desde cosas púramente físicas como engordar o perder el cabello, a cosas que nos pueden afectar mucho más, como la perdida de nuestro periodo, la necesidad de congelar óvulos por si nos quedamos estériles después de los tratamientos, las dudas, la inseguridad, etc. 
 

He podido crear una comunidad de apoyo y ayuda con las mujeres con las que he compartido sesiones de quimioterapia, con las enfermeras y con mi familia. Pero muchas veces nos limitamos a hablar sobre remedios para los inconvenientes que nos producen los tratamientos. 
 

Nosotras estamos atravesando una etapa en nuestra vida en el que nos suceden muchas cosas al mismo tiempo y no llegamos a procesarlo del todo. Por ello, necesitamos además otro tipo de soporte. Necesitamos un soporte psicológico de mano de profesiones que nos ayude a sobrellevar estos momentos de la mejor forma posible. 
 

Yo soy muy positiva, pero aun así he tenido días muy malos, en los que todo lo veía gris. Días en los que no puedo hablar con mi familia o mi pareja porque también están decaídos al verme mal. Tampoco puedo cargarle el peso a otra compañera de lucha que esta pasando por el mismo proceso. 
 

Sería muy bueno que, para poder atravesar los cambios físicos y psicológicos que sufrimos los pacientes, pudiéramos tener, al menos, sesiones grupales con un psicólogo que nos oriente y nos ayude a encauzar los sentimientos por los que pasamos. Para que, entre todas, podamos hablar con la misma naturalidad con la que lo hacemos sobre las molestias físicas, podamos hablar igualmente de las heridas del alma. 
 

Por eso, le pido a los políticos del Parlamento de Andalucía que son mis representantes, que sean punteros y que inviertan más recursos en el apoyo psicológico de los pacientes oncológicos.