Soy Tania Parada, tengo 37 años y vivo en San Antonio. A mi pareja, Jordano Santander, lo detuvieron el lunes 2 de marzo del año pasado en San Antonio. Ese día había muchos llamados para salir a protestar. Se fue de la casa y nunca más volvió. Al principio nadie nos avisó que había pasado. Su padre tuvo que ir a Carabineros, al hospital y la morgue para encontrarlo.  Al final, un amigo nos avisó que había sido detenido por la PDI. 

Yo fui al cuartel para saber qué había pasado. Recuerdo que le pregunte a una persona por qué no habían avisado sobre su estado ¿Tenemos que avisar?, me dijo uno. Otro funcionario me informó que lo habían detenido en medio de los desórdenes.  

A Jordano le encontraron una honda, balines y pintura. Reconozco que salió a manifestarse, pero eso de ninguna manera es un atentado. ¿Qué daño podía haber ocasionado? 

No nos dejaron entrar a la audiencia de formalización. Dijeron que era público y luego cerraron las puertas. Al final dejaron pasar a dos familiares. Entramos su papá y yo. Como evidencia mostraron imágenes de virios quebrados que no correspondían a ese día. Ahí nos enteramos que al Giordano lo acusaban de homicidio frustrado. Lo acusaban de querer atropellar a un funcionario de la PDI.  El gobierno le puso la Ley de Seguridad del Estado. Cuando lo escuché pensé que habíamos perdido. Me puse a llorar. No entendía lo que estaba pasando.

Lo que pasó es que Jordano iba manejando el auto y en un momento le hicieron una encerrona.  Intentó salir del lugar y ahí pasó cerca de un PDI. Nunca tuvo intención de hacerle daño. 

En el juicio, que demoró un año, el PDI declara que vio en Jordano la intención de matarlo. ¿Cómo es posible que eso sea un medio de prueba? Dice que le causó daño psicológico, pero no hay certificados médicos que lo acrediten. El auto en el que andaba mi pareja no estaba chocado.  Es imposible que lo intentara matar. 

En el juicio hay muchas declaraciones que se contradicen. El PDI en un momento declara que se bajó con una metralleta y que estaba esperando una orden para disparar.     

Al final Jordano quedo absuelto de la Ley de Seguridad del Estado pero lo condenaron a seis años por intento de homicidio, receptación y daños calificados. La condena dice que encontraron que el tapabarros del auto estaba un poco salida para afuera. Esa es la única prueba.  Cuando supe de la sentencia se me cayó el mundo. 

¿Realmente ven un intento de homicidio? ¿Cómo es posible que a alguien se le condene sin pruebas más que testimonios de policías?  Que digan que la sentencia es por haber participado en las marchas y que necesitan culpables. Pero el delito de homicidio frustrado está completamente equivocado. 

Es por esto que me dirijo a la Cámara de Diputados. ¿Cómo es posible que a mi pareja y a otros presos de la revuelta se les condene bajo estas circunstancias, con montajes y pruebas que no existen? 

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