Mi nombre es Toñi y soy de Hellín, Albacete. Soy la principal cuidadora de mi madre, una persona mayor con Alzheimer totalmente dependiente y creadora de la cuenta de Instagram @familia_cuidadores_100, y grupo de Facebook, “Cuidados para personas con Alzheimer. Ayudas a familias” donde divulgo sobre técnicas y consejos de cuidados para las personas mayores con Alzheimer. 

Con esta campaña quiero denunciar la crítica situación en la que nos encontramos los cuidadores no profesionales y las personas dependientes a nuestro cargo. La ayuda económica y social a las personas dependientes y por consecuencia, a los cuidadores no profesionales, es totalmente insuficiente. Ahora mismo, en mi caso, estamos recibiendo 400 euros al mes lo cual no cubre ni un 25% de los recursos que necesita mi madre para vivir. 

El Alzheimer es un trastorno cerebral que destruye lentamente la memoria y la capacidad de pensar y, con el tiempo, la habilidad de llevar a cabo hasta las tareas más sencillas y cotidianas. Por lo cual, si se trata de un caso avanzado (va ligado en la mayoría de las ocasiones a la edad) la persona que lo padece ya no consigue hacer nada por sí misma. Es decir, ni ducharse, ni comer, ni desplazarse, ni ir al baño entre otras muchas más acciones cotidianas básicas. Esto, evidentemente, implica que necesite un apoyo y cuidado constante, las 24 horas del día.

Por otro lado, una persona mayor sin ningún tipo de autonomía necesita de materiales, objetos y medicinas para tener una vida digna. Andadores, grúas de desplazamiento, sillones, cojines, pulsioxímetros, chalecos de sujeción, fármacos… Todos estos accesorios necesarios no son nada baratos. Y, una vez más, la prestación no da ni para empezar. 

Otro de los problemas a los que nos enfrentamos, es que si no se tienen suficientes recursos, la prestación no es suficiente para poder contar con una ayuda en los cuidados, es decir, contratar a un cuidador profesional que apoye al familiar o cuidador principal. Esto supone una carga enorme para el familiar que es cuidador principal, ya que ha de dejar todo a un lado para dedicarse a la persona dependiente. En mi caso, conciliar la vida social y el cuidar de mi madre es prácticamente imposible. Todo esto supone una carga emocional muy grande para el cuidador, que dedica prácticamente toda su vida a los cuidados de otra persona. 

Por último, es necesario destacar que junto a la insuficiencia de las ayudas otro gran obstáculo al que nos enfrentamos es la falta de plazas en las residencias públicas (y que estas sean de calidad) y la responsabilidad que nos otorgan los profesionales sanitarios dejándonos en muchas ocasiones desamparados o realizando técnicas sanitarias que deberían estar haciendo ellos. Si a esto le sumas que se trata de personas mayores, el abandono es aún mayor. 

Por ello, y con todo lo aquí plasmado, quiero dirigirme a los representantes de las Cortes de Castilla -La Mancha para que nos escuchen y tomen cartas en el asunto. Es de relevancia extrema que se den más de 400 euros de prestación en nuestra comunidad y que se ponga en valor la figura de las personas que cuidan y acompañan a las personas dependientes. Por eso, hay que cuidarlas y eso empieza por ofrecer a las familias con personas dependientes a su cargo muchos más recursos. Por una vida digna para ambos, el cuidador y el enfermo. 

Pido desde aquí la máxima difusión y apoyo a esta campaña. ¡Gracias a todos y a todas!