Desde la distancia política más absoluta, en fondo y en forma, con Yolanda Barcina, no puedo aceptar que se le acuse de estafa en el caso del IVA. No se ha defraudado a las arcas públicas, y si hemos de hacer una crítica severa a ambas partes -gobiernos foral y central- es la falta de seriedad en los ajustes sobre este impuesto.
Es inadmisible, y en esto estoy de acuerdo, el lamentable espectáculo que desde las dos instancias se está dando a un asunto que requiere rigor en la negociación y mayor rigor todavía en la comunicación de lo trabajado sin un sólo margen a la demagogia partidista.
El IVA que gestiona el Gobierno central ha de ajustarse con Navarra, lo mismo que el IRPF, Sociedades o patrimonio que recauda y gestiona el Gobierno foral ha de ajustarse con España. Esa es la realidad del convenio