Me llamo Verónica, vivo en Sabadell y tengo una lesión lumbar en la espalda. Mi oficio siempre había sido el de carnicera, pero tuve que cambiar y comencé a trabajar en el sector de la limpieza; al cabo de un año aproximadamente, tuve que dejar mi trabajo porque ya no era capaz de hacer nada, ni siquiera de mantenerme en pie.

La mutua mismo me acreditó que no podía ejercer ningún tipo de trabajo, pero el tribunal médico me denegó la incapacidad hasta once veces, no me la concedieron hasta que me reventó una hernia en la espalda. Además, tengo parestesia en la pierna izquierda, no tengo movilidad y fibromialgia, entre otras cosas. El dolor que siento es extremo, tengo placas con tornillos, estoy con dosis de morfina de hasta 150, tengo la vejiga pinzada y no tengo sensibilidad en ella, con todo los que eso supone. Llevo tres años y medio en esta situación y lo único que he logrado, ha sido cobrar una pensión que no llega a los 600 euros, es imposible vivir con ese dinero, tengo tres hijos y que pagar mi casa, no es posible vivir con ese sueldo.

Las personas con discapacidad necesitamos visibilidad, deberían ponerse en nuestro lugar ¿creen que es posible vivir dignamente con una mísera pensión como esta? Por otra parte, está el tema médico, somos muchos los que jo podemos permitirnos pagar un médico privado y la seguridad social da citas discontinuas y en períodos largos de tiempo. Cuando me operaron, tardaron dos años en darme una cita para el traumatología, después de una operación de ese estilo, no me había revisado ningún especialista, eso no es normal. Solo quiero una vida digna, que con las bajas pensiones que nos otorgan, no puedo alcanzar; deben revisar cada caso de forma individual, ya que las personas que no podemos trabajar, no tenemos más recursos, y encima no poder recibir un tratamiento médico adecuado y a tiempo, hace que cada vez vaya a peor en lugar de mejorar.