Buenas tardes, Denis! Muchas gracias por tu pregunta.

En mi opinión, es evidente que debe llevarse a cabo una revisión en profundidad de la figura del aforamiento en nuestro país, cuya expansión ha sido totalmente desmesurada en las sucesivas reformas de la Ley Orgánica del Poder Judicial, hasta tener los cerca de 10.000 aforados que tenemos en la actualidad en nuestro país. En mi opinión, de seguir existiendo esta figura, debe limitarse en exclusiva a los parlamentarios y parlamentarias, así como a los miembros del Gobierno que no ostenten la condición de parlamentarios. Y sólo para el ejercicio de sus funciones parlamentarias. Es decir, para proteger el ejercicio de la libertad de expresión en el parlamento.

Lo que es evidente que carece de sentido es que un aforado tenga que responder ante el Tribunal Supremo por una infracción al volante, o por delitos de corrupción cometidos en el ejercicio de cargos anteriores. Nuestros parlamentos no pueden convertirse en refugios de delincuentes en busca de privilegios en la instrucción de sus causas, y estoy seguro de que esta reforma también se abordará en esta nueva legislatura.

Saludos!