Pregunta para Parlamento de Catalunya
Estoy superando un cáncer de mama. Tuve que congelar óvulos para volver a ser madre, pero como ya tengo un hijo, el proceso no lo cubrió la Seguridad Social. ¿Por qué no se facilita el acceso a alternativas para ser madre cuando se es paciente oncológica?
Me llamo Yasmina y vivo en Catalunya. Cuando mi hijo tenía 15 meses, a finales de septiembre de 2020, dándole de mamar, me percaté de que tenía un bulto del tamaño de una lenteja en el pecho. De entrada quise pensar que no era nada porque tenía 31 años, y lo relacioné con la lactancia, pero no me quedé tranquila. Decidí acudir a mi Centro de Atención Primaria (CAP) de referencia, pero mi médica de cabecera no me pudo atender. Me pusieron en una lista de espera para realizarme una ecografía mamaria y me indicaron que ya me llamarían.
Como yo tenía dudas acerca del bulto, decidí seguir llamando al CAP hasta que me dieran cita con mi médica de cabecera. Aunque la cita fue telefónica, ella me indicó que si podía acudir al centro de salud, prefería examinarme. Entonces, una vez hecha la exploración, me solicitó una ecografía mamaria de urgencia que me hicieron el 10 de noviembre. La doctora que me la hizo me dijo que no la veía clara y me practicaron una mamografía que tampoco sirvió para aclarar lo que tenía. Finalmente me concertaron una biopsia para la semana siguiente. El 25 de noviembre me anunciaron que me habían detectado un cáncer de mama hormonal en estadio 1 que, por lo que parecía, se había cogido a tiempo y no se había diseminado.
Decidí tratarme en el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona. Después de dos días de tener el diagnóstico me empezaron a hacer pruebas y el 24 de diciembre me operaron. Me practicaron una tumorectomía y me quitaron cuatro ganglios axilares. El 2 de enero de 2021, me dieron los resultados y me informaron que los ganglios que me habían extraído estaban afectados y que, por lo tanto, aunque no estaba previsto, tendría que someterme a un tratamiento de quimioterapia que empezaría, aproximadamente, en un mes.
Empecé el 9 de febrero. El tratamiento se compuso de cuatro ciclos de quimioterapia roja y de 12 ciclos de quimioterapia blanca. El 25 de junio acabé. La verdad es que todo este proceso lo he llevado muy bien y mi cuerpo ha respondido; no he necesitado someterme a ningún parón debido a la bajada de defensas, por ejemplo. Después de la quimioterapia, me hicieron pruebas de nuevo y me intervinieron quirúrgicamente para hacerme un vaciado de los ganglios de la axila. A partir de aquí, me indicaron que está todo limpio y en estos momentos estoy a punto de empezar con el tratamiento hormonal y con la radioterapia.
Cuando me dijeron que tenía que someterme a quimioterapia, me informaron que los efectos del tratamiento podrían perjudicar mi capacidad de volver a ser madre y que tenía la opción de someterme a una preservación de óvulos. Aun así, al tener un hijo, la Seguridad Social no cubre este proceso, así que tuve que buscar una alternativa mediante servicios privados para poder hacerlo rápidamente. Encontré que en la Dexeus de Barcelona hay un programa que está medio subvencionado y que está dedicado exclusivamente a pacientes oncológicas. Como beneficiaria asumes el coste de la mediación y ellos cubren el resto; las pruebas, las visitas, la operación, etc. Guardan los óvulos durante cinco años de manera gratuita y después de esto ya tienes que pagar.
Tuve que hacerlo muy rápidamente; en 12 días lo había hecho. Este proceso fue un dolor de cabeza añadido a lo que ya tenía encima. Esto me hizo plantear que si yo no hubiera tenido recursos económicos para someterme al proceso mediante otra vía fuera de la pública, se me habría privado de la oportunidad de tener más hijos, y esto es muy injusto. Es por esto que me dirijo a los políticos del Parlament de Catalunya, ya que son quienes me representan, para que me respondan a la pregunta: ¿Por qué no se facilita el acceso a alternativas para ser madre cuando se es paciente oncológica?
También quiero destacar que el proceso de enfermedad me ha servido para plantearme qué hubiera pasado si yo no hubiera insistido para que mi médica de cabecera me visitara y, para el contrario, me hubiera acomodado en esperar a que me llamaran para hacerme una ecografía mamaria teniendo en cuenta que en tres meses, mi cáncer se expandió hacía las axilas. Finalmente, quiero incidir en la dificultad que hay en conciliar la vida familiar a nivel económico y una enfermedad de larga duración de este tipo. Durante todo este tiempo yo he estado cobrando la baja, que supone, entre todo, recibir la mitad del sueldo que recibía cuando trabajaba y he tenido, aparte de los gastos que supone tener un bebé, gastos extraordinarios derivados de la enfermedad que no he podido evitar.